Economía en sentido contrario: Banamex
México es un país que hace 210 años logró la independencia política de España, pero que en pleno 2020 no ha podido quitarse las ataduras que lo tienen hoy como un país subdesarrollado y con graves problemas en generación de riqueza y crecimiento sostenido y alto de su Producto Interno Bruto.
Para tener un comparativo, Alemania es uno de los países más ricos del mundo y con una influencia política, indudable, en la Unión Europea, pese a que en el siglo XX sufrió la consecuencia de dos guerras mundiales y con ello el destrozo de su economía; el PIB per cápita de un alemán es cinco veces más grande que la de un mexicano.
Japón después de la Segunda Guerra Mundial también pasó por la misma crisis económica y hoy es uno de las naciones más prósperas del mundo; no se diga los EE. UU., como un caso más cercano, que lleva prácticamente todo el siglo XX y ahora el XXI siendo la potencia económica más importante.
No son hoy las únicas economías más prósperas, pero sin duda de las más representativas de los últimos tiempos; los países asiáticos también están en la puja por el liderazgo económico, siendo China el país más poderoso hasta el momento, pisándole los talones al país de las barras y las estrellas; México, en contraste, lleva desde su Independencia, siendo una nación subdesarrollada y con graves problemas de generación de riqueza.
México está a la cola de las naciones más ricas de la OCDE en generación de riqueza, combate a la corrupción, crecimiento del PIB, transparencia, desigualdad, combate a la pobreza y no se ve cómo y para cuándo se pueda revertir esta lamentable situación política y social.
Mientras estamos inmersos en polémicas banales de la rifa de un avión presidencial, el mundo próspero busca la manera de desarrollar lo más pronto posible una vacuna contra Covid 19 y con ello proteger a sus poblaciones de contagios y reactivar la economía de la manera más acelerada posible; por eso el interés de Rusia de liderar esta vacuna, porque eso representa dar el primer paso para la reactivación económica de ellos y liderar en ese sentido la del mundo.
Ser un país subdesarrollado implica que en el mundo no seamos tomados en cuenta para tomar las decisiones más importantes y sólo sigamos la inercia de los países poderosos; pero principalmente ser un país “tercermundista” conlleva no le dé las mejores oportunidades de desarrollo a su población en materia educativa, de salud, seguridad y demás aspectos básicos para una vida digna.
México ha dado pasos positivos en materia política al tener alternancia en el poder; empero, las ataduras a la economía de los EE. UU., la mala imagen en materia de combate a la corrupción, los pírricos crecimientos del PIB pér capita comparado con los países ricos, la falta de grandes inversiones en infraestructura que pongan a la vanguardia las instalaciones del país, son sólo algunos indicadores de falta de independencia en materia económica que, al fin de cuentas, se convierten en atadura política al sólo seguir los dictados de los países ricos.