
El uso del pasado
Para que haya crecimiento económico en un país, un indicador fundamental que ven los inversionistas, principalmente extranjeros, es la estabilidad política que debe darse en el gobierno en turno y, desafortunadamente, en la supuesta 4T (secretario de Medio Ambiente federal dixit) las críticas a su jefe principal (AMLO), y las renuncias por no estar de acuerdo con él, no ayudan a esta referencia para crear riqueza y empleos.
Y mientras casi a diario el Presidente Andrés Manuel López Obrador habla del caso Lozoya como parte de su estrategia de comunicación en vísperas de la próxima campaña electoral del 2021, su secretario de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo, critica fuertemente las luchas de poder dentro del gobierno federal y la supuesta visión de la 4T. Vamos, hasta menciona que esa transformación ni existe.
Recordemos que en el pasado han renunciado funcionarios federales, incluido el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, hoy fuerte crítico del Ejecutivo, y apenas se dio la dimisión del ex secretario de Comunicaciones Javier Jiménez Espriú, por tener claras diferencias de conducción del país con su ex jefe.
Decisiones políticas que aparentemente no afectan a la economía, pero sí; no es casualidad que por la política pública ejercida en Pemex, los inversionistas extranjeros estén molestos por la no reapertura de inversiones en ese sector; las medidas políticas de cancelar el aeropuerto de Texcoco o tomar sus propias directrices el Presidente de qué hacer para la recuperación económica, dejando de lado las opiniones de varios sectores importantes como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), entre otros, afectan sin duda las decisiones de inversión que se toman en las altas esferas del poder económico al ver la toma decisiones unipersonales y no consensadas.
Recordemos que la última gran crisis económica en México se dio en medio de una crisis política, con Carlos Salinas de Gortari dejando las riendas del poder a Ernesto Zedillo Ponce de León y con la lucha armada del EZLN como colofón; pero sin duda, los desacuerdos entrambos ex mandatarios contribuyó al desastre económico que aún sufren las finanzas públicas, entre otros factores, por el famoso Fobaproa.
Política y economía van de la mano, aunque AMLO diga que busca separarlos como en su momento Benito Juárez separó a la Iglesia del Estado; no, más bien las señales que da el Presidente es de sumisión del poder económico al poder político, a las decisiones que él tome.
Creo que a leguas se ha visto: cancelación del aeropuerto de Texcoco, consultas populares para quitar proyectos de inversión en los estados, desencuentros con una parte del empresariado nacional e internacional… y más indicadores que han estado a la vista de todos. Y mientras AMLO toma el caso Lozoya como bandera contra la corrupción, en el mismo gabinete lo critican: “cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar”, dice el viejo y conocido refrán.
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