‘Hay que endurecer la pierna’ con el gobierno: Marko Cortés

Marko Cortés pregona su ufanía:

-Hay que endurecer la puerta -me dice.

Ha vencido a los acólitos de la llamada cuarta etapa transformadora, aunque pocos sepan de historia y de referencias y necesidades de la patria.

Un logro no esperado pero bien ordenado allá, muy arriba.

-¿Qué cedieron a cambio?

-Nada. No concedimos nada, ni una comisión camaral. Simplemente exigimos el respeto a la ley y a la palabra.

-Tenían dos candidatos…

-No, Laura Rojas se quedará todo el año. Es una mujer muy inteligente y lo demostrará en la conducción de la Cámara.

Del tema hablo también con Marco Antonio Adame, el vicepresidente panista en San Lázaro.

-Todo salió muy bien. Cumpliremos las expectativas con institucionalidad…

-¿No quedan resentimientos?

-No, ¿por qué? Tenemos que pensar en el trabajo legislativo, en los temas pendientes. La decisión ya se tomó de la mejor manera y el Poder Legislativo debe continuar su trabajo.

CONTRA LA FEDERACIÓN VORAZ

Los dos, Mark Cortés y Marco Antonio Adame tienen empatía.

El panismo presentará sus iniciativas, pero atenderá las planteamientos de los demás partidos.

-¿Cómo quedan las alianzas con PRI, PRD, MC…?

-Igual. No hay cambio -asienta el presidente del PAN.

-¿Votarán unidos en todo?

-No. Será una alianza temática. Cada asunto caminará con su propia inercia, pero sí hay temas que nos convocan a ir unidos.

Hay un reclamo eterno de la Conago:

-Toca el federalismo desde lo más profundo, el reparto de recursos a partir de la recaudación. No es posible que la federación se quede con 80 por ciento de la capitación y sólo entregue la quinta parte a estados y municipios…

-Y eso tarde y mal -lo interrumpo.

-Tarde y mal, cuando no se queda con él… Vamos a pelear porque en la siguiente etapa pase a 70-30… Por lo menos 20 por ciento a estados y diez a municipios.

Tarea de agenda de los gobernadores integrados en una asociación, la GOAN.

Aquí entra la expresión de endurecer la pierna: proponer, luchar, exigir para evitar la absurda concentración de poder y dinero en manos federales.