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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de abril de 2019.- Don Antonio Ang Fong —quien llegó a San Luis a sus once años, proveniente de China—, fundó en 1938 Abarrotes Uruapan, el cual ha sido un lugar que ha marcado la historia y a generaciones de potosinos, que a pesar del paso del tiempo y las adversidades continua en pie en la calle Salazar en el Centro Histórico.
Carolina Maldonado Chiwo, sobrina de don Antonio y la actual propietaria de Uruapan, indicó que el negocio fue en sus inicios una panadería y después de sufrir un incendio su tío decidió cambiar de giro, dedicándose a la venta de abarrotes y café, “a él le gustaba viajar mucho y yo creo que se le ocurrió, de los viajes que el veía, hacer un super chiquito. Y dicen que fue el primero de San Luis”, comentó.
La introducción del café a la tienda y el tostado que se hacía fue lo que hizo famoso a Uruapan, pues su característico olor era lo que atraía a los clientes a sus puertas. Este producto es traído, en su mayoría, de la Huasteca y el tipo que más manejan es el planchuela con y sin azúcar, también llegan a vender caracolillo, marago y el de altura de Xilitla.
Durante 81 años de existencia, Uruapan gozó de una bonanza en México, pero con el paso de los años y los cambios de presidente, aseguran se ha ido en picada; “tenemos como dos sexenios atrás que nadie se ha podido levantar, nos tienen olvidados y ayuda no tenemos. Estamos sobreviviendo nada más”. Perteneciente a la cuarta generación de la familia que se dedica a Uruapan, Carolina tiene las esperanzas de que los que vienen detrás de ella, continúen y perpetúen su historia, “ha sido una lucha, porque estoy procurando que siga en pie. A veces es bien difícil, pero me gustaría que mucha gente lo conociera”.