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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de enero de 2019.- El doctor Luis Antonio Chaires García, director del Instituto Geriátrico Nicolás Aguilar y secretario del Consejo Interinstitucional Geriátrico, indicó que los huéspedes del instituto recibirán ayuda del programa Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, pues “la mayoría de las casas de asistencia de adultos mayores tienen esa prerrogativa, tienen esa facilidad”.
Añadió que el programa, el cual arrancó el pasado 13 enero, debe crecer, pues se trata de una población que sigue políticamente activa, “es una cuestión sobre vida. Ya debemos ser incluyentes, tanto políticamente en leyes, en cuidados y salud”.
Señaló que los residentes del instituto están ubicados por sus expedientes en los que se registra familiares, salud y condición cognitiva, y los cuales fueron facilitados para que reciban los abuelitos reciban sus pensiones por parte del gobierno federal.
Comentó que la mayoría los habitantes cuentan con pensiones y estas son manejadas por los familiares o el instituto, “con cabal, con pulcritud en las cuentas”.
Añadió que la atención a las personas de la tercera edad es un tema muy importante, que en el futuro puede llegar a ser político, pues la población se encuentra en aumento, así como el promedio de vida e incluso llegan a ser “invisibles, cuidadores de niños, nietos o algún trabajo deben tener”.
Agregó que en San Luis Potosí se debe tomar en cuenta la inclusión del adulto mayor para su cuidado y vigilar su vejez, “es lo que perseguimos (…) que tengan una vejez satisfactoria: atención médica, alimentación y vestido”. Además, que se consideren puntos secundarios como la cultura, actividades mentales, educación y llevarlos al campo tecnológico, “el abuelito que vive en una casa está fuera del contexto mundial o nacional, ellos tienen capacidad de enterarse”.
Comentó que están realizando un consenso a nivel estatal para promover el cuidado del adulto mayor, así como la ley.
Además de que, actualmente, se la ha dado mayor importancia a la senectud a comparación de años anteriores. Añadió que “un abuelito” es un ser humano que tiene dignidad y que se le debe ofrecer respeto, pues “todos vamos para allá y si llegamos a la vejez somos afortunados, pero hay que llegar a una vejez satisfactoria”, insistió.
Señaló que cuentan con un programa en el departamento de trabajo social, en el que cada mes se exige una visita a los familiares, “cada navidad les mandamos una tarjetita en la que les recordamos ‘aquí estoy’, porque a veces se meten los familiares en una cierta confianza en que dicen ‘está mejor cuidado ¿pues, para que vamos?”.
Aunque indicó que hay ocasiones en la que la visita de los familiares los inquietan y puede resultar contraproducente, por lo que se realiza una valoración completa de los familiares.
En el Instituto Geriátrico Nicolás Aguilar se atienden a 95 personas, la mayoría de ellas mujeres, y sus edades oscilan entre los 61 a los 105 años.