Esperan un milagro para Oliver, pequeño potosino que nació prematuro

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de noviembre de 2023.- Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de las 37 semanas de gestación, por lo que llegan a tener pesos muy bajos, de 500 o 600 gramos, así lo señaló Lizeth Carrizales, pediatra neonatóloga adjunta a la unidad de cuidados intensivos del Hospital del Niño y la Mujer.

Mencionó que los bebés prematuros pueden desarrollar problemas visuales, displasia broncopulmonar, problemas cardíacos, persistencia del conducto arterioso, problemas en el crecimiento, parálisis cerebral infantil, así como a futuro presentar el trastorno por déficit de atención.  

Al año, el Hospital del Niño y la Mujer recibe a alrededor de 5 mil niños, donde el 1 por ciento son prematuros extremos y 10 por ciento son prematuros tardíos. Los prematuros extremos nacen en un periodo menor a 28 semanas; el muy prematuro, de 28 a 32 semanas; mientras que el prematuro entre moderado y tardío es de 32 a 37 semanas.

Una nueva oportunidad para Oliver

El pequeño Oliver es un niño prematuro que nació a las 24 semanas de gestación, quien hoy se encuentra luchando para estar junto a sus padres.

La madre de Oliver, Nayeli Marisol Zarazúa Piña, mencionó que su embarazo era gemelar pero al sufrir una amenaza de aborto identificó que los bebés no se podían mover, por lo que le pusieron un pesario para que “se pudieran mover los bebés, pero me dio infección, al llegar aquí (Hospital del Niño y la Mujer) me dicen que me tienen que retirar el pesario, porque la infección era muy fuerte y se le estaba pasando a mis bebés, me lo retiraron y al retirármelo, mi placenta se rompió”.

Nayeli entró en labor de parto cuando tenía 24 semanas, pues le faltaban tan solo tres meses para cumplir el periodo exacto. Desafortunadamente uno de los bebés no sobrevivió; sin embargo, Oliver resistió y ha permanecido tres meses bajo cuidados, ya que nació con infecciones y sus pulmones estaban muy inmaduros.

“Sí fue difícil, los primeros días me decían que no había probabilidades, que no se salvaría, que a lo mejor tenía el mismo destino que su hermano”, mencionó la madre.

Hoy en día Oliver sigue luchando y sus padres confían en que su pequeño saldrá adelante, pues a pesar de ser complicado tienen fe en que las cosas estarán bien para todos.