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San Luis Potosí, SLP., 02 de noviembre de 2018.- La llaman Santita, Niña Santa o Niña Blanca. Es la Santa Muerte y sus devotos también la festejan este dos de noviembre.
Una caravana de casi 30 figuras de la Santa Muerte exhibidas en una docena de vehículos emprendió un recorrido a diversos altares que hay en su honor en la zona metropolitana de San Luis Potosí.
El punto de partida y retorno fue la calle Guadalupe Victoria del barrio del Montecillo. Ahí, los creyentes de la Santa Muerte adornaron sus vehículos con globos, listones de colores y por supuesto, con las figuras de sus «santitas».
La organización de la caravana estuvo a cargo de la señora Gloria Romero, quien precisó que en un marco de libertad de creencias, los devotos de la Santa Muerte, celebran este día la gran cantidad de favores y milagros recibidos por medio de ella. Su niña blanca se llama Esperancita y encabeza la caravana.
El grupo de creyentes se trasladó en primera instancia al fraccionamiento Residencial del Bosque, ubicado al sur de la capital, y en cuyo altar principal se reunieron a 35 figuras de la santa muerte, entre las que destacó una de gran tamaño que recuerda el estilo renacentista de la famosa obra de La piedad del Vaticano, de Miguel Ángel.
Un grupo de danzantes acompañó a la caravana en su recorrido completo que también visitó los altares de la colonia Nuevo Progreso, Santa Fe y del Barrio de San Sebastián. De ahí, emprendería el retorno al barrio del Montecillo, donde se ubica el templo de la Santa Muerte y donde continuará la celebración con música, comida y veneraciones.
En cada trayecto, las familias devotas emanan ánimo y fervor. Aunque trataron de colocar las figuras de sus niñas blancas de manera segura en los techos de los vehículos, cada tope que hay que cruzar es un pequeño susto; la señora Paty, fiel de la Santa Muerte desde hace 22 años, sufre cada vez que la camioneta frena o da un pequeño salto: «a ver si no se nos cae nuestra Santita», dice a su hijo Yanik, quien trata de manejar con mayor precaución, mientras escucha rock en español en su autoestéreo.
Ellos al igual que unas 10 familias más del Barrio del Montecillo, y al rededor de 40 familias más del resto de puntos que visita la caravana, se unen cada año a la celebración.
Para la señora Paty, ser creyente de la Santa Muerte es un tema que tiene cada vez mayor apertura, aunque reconoce que todavía se les asocia con situaciones negativas.
«Hay gente que dice: Sí es creyente de la muerte es delincuente, drogadicto, prostituta o traficante; pero no es así, hay creyentes que son maestros, médicos, políticos, hay de todo, no todo el mundo es malo ni todo el mundo es bueno», reflexionó.