Diferencias entre un estúpido y un idiota
Estará mintiendo aquel mexicano que hoy, ante el tamaño de la depredación, la destrucción y del fracaso del gobierno de López Obrador, nos diga que contaba con una bola de cristal y que vio o adivinó lo que ocurriría en sólo el primer año de gobierno.
En efecto, muchos dijimos que AMLO era un peligro para México, otros tantos documentamos el tamaño de la ignorancia y el analfabetismo del hoy presidente y hasta advertimos su pulsión por la mitomanía.
Sin embargo, nadie imaginó que en sólo un año López Obrador causaría tanto daño a tantos mexicanos, en tan poco tiempo.
Luis Echeverría arruinó al país en los primeros cinco años, lo mismo que López Portillo, en tanto que Salinas debió usar los seis años para llegar al llamado “error de diciembre”.
En cambio, en sólo un año, Obrador los rebasó a todos y fermentó la mayor crisis de violencia e inseguridad, la mayor crisis de la salud pública al grado de que será acusado por crímenes de lesa humanidad; la mayor crisis de desempleo en muchos años, la mayor crisis de corrupción, la mayor crisis educativa y ha provocado el mayor daño a la democracia mexicana, toda.
En suma, que en poco más de 365 días, el gobierno de Obrador ha llevado a México y a los mexicanos al mayor nivel de inestabilidad política y a la mayor ingobernabilidad en décadas.
¿Por qué?
Porque el de López Obrador ha sido un gobierno ineficaz en todas sus responsabilidades fundamentales. Y la eficacia de gestión, sea en seguridad, salud pública, generación de empleo, educación y combate a la corrupción, no sólo mata a la democracia mexicana sino que deslegitiman al propio gobierno en turno, en éste caso, al de López Obrador.
¿Quién imaginó que apenas un año después de iniciado el gobierno de AMLO se reportaría casi 40 mil muertes violentas –la mayor cifra en la historia–, mientras que son incontenibles inseguridad, violencia, asaltos, robos, despojos, feminicidios y secuestros en todo el país?
¿Y qué dicen a esa realidad los que acusaban por “los muertos” de Calderón y de Peña?
¿Cuántos pensaron que la crisis de seguridad social; la destrucción de guarderías, el colapso del sistema de salud pública, del IMSS, el ISSSTE y el Seguro Popular llevarían a millones de ciudadanos a un paso del exterminio?
¿Qué dicen hoy los que cuestionaban la cobertura universal de salud lograda en los gobiernos de Calderón y Peña?
Cuando Peña Nieto se declaró el “presidente del empleo”, el opositor López Obrador se burló e hicieron mofa los aplaudidores del eterno aspirante presidencial. Hoy, cuando AMLO es presidente, lo superan en la creación de empleos los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
¿Qué dicen hoy aquellos que llamaban analfabeta a Peña Nieto; qué dicen de los cuatro millones de puestos de trabajo creados en su sexenio y la pérdida de casi medio millón de empleos en el primer año de Obrador?
La corrupción, contra lo que pregona el presidente, está en todas partes y campea sin freno. El 80 por ciento de los contratos del gobierno federal se entregaron sin licitación, lo que no es más que la incitación a la corrupción del sector privado.
Todos los gobiernos de Morena muestran los mayores índices de violencia, corrupción e impunidad. El Alcalde de Macuspana, Tabasco, tiene en su contra casi 140 demandas por desvió de recursos. En la ciudad de México, por ejemplo, existe una epidemia de clausuras de negocios y empresas, que no son otra cosa que la transa al mejor postor, mientras que la capital está entre las cinco ciudades más inseguras.
Pero la joya de la corona apareció apenas hace horas, en el informativo de Ciro Gómez Leyva, en donde el gremio de camioneros denunció lo que todos sabían; que el Ejército mexicano está siendo empujado a la corruptela y la transa, como hicieron dictaduras como la venezolana y cubana.
Pero la mayor derrota de todas es a la democracia, en su conjunto.
¿Por qué?
No solo porque López Obrador acabó con la división de poderes y capturó los contrapesos democráticos sino porque algunos clásicos, como Bobbio, consideran que un sistema político democrático está estable sí y sólo sí existe un gobierno eficaz, cuando existe crecimiento económico y cuando la sociedad tiene seguridad y salud.
En pocas palabras, López Obrador está acabando con México y con los mexicanos. ¿Lo dudan?
Al tiempo.