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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 11 de julio 2020.- Una mezcolanza de aromas enmarcó la tarde, era la gracia del jazmín y una esencia de alta demanda en las fragancias femeninas: la madreselva, incrustada ferozmente entre el muro, con sus raíces orientales.
La pulcritud del espacio -coronado por la sombra dantesca del árbol sagrado de los Mayas- es la irrefutable muestra de la dedicación que distingue a su cuidador, Germán Pedroza Gaitán, el exitoso abogado potosino que presume apasionadamente cada ejemplar de su jardín, previo a la entrevista con el presidente ejecutivo de Quadratín SLP, Enrique Galindo Ceballos.
El director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) es uno de los irrefutables protagonistas potosinos de los últimos tiempos, exservidor público loable en el Poder Judicial del Estado, pero, además, quien aún encuentra familias en la calle agradeciéndole por haber liberado las escrituras de un hogar, cuando laboró para el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Como mentor ha sido apreciado por la comunidad estudiantil por su empeño en la formación de conciencias y liderazgo; ahora su desafío es mayúsculo, nada menos que sembrar, regar y cultivar un buen semillero de futuros juristas en la capital del Estado, pero además cristalizar la formación de buenos hombres y mujeres, como parte de un proyecto integral que impulsa en su nuevo encargo; ahí luchará por generar más arraigo con la Facultad Ponciano Arriaga Leija, donde concluyó sus estudios y descubrió a la par un interés particular por la seguridad social.
TRAYECTORIA
Tras crear el área jurídica en el IMSS, se mantuvo inmerso en materia de seguridad social los siguientes siete años, escalando algunos puestos; pudo observar la cantidad de conflictos que ocurren en ese entorno, desde médicos, enfermeras, contadores, intendencia, laboratorio y en general, la clase trabajadora.
Recuerda a quienes sufren accidentes de trabajo, las personas de edad avanzada que tienen derecho a una pensión digna, las viudas y huérfanos que buscan acceder a una pensión o aquellos incapacitados que han mermado su capacidad física.
Todas sus experiencias laborales son ponderables, en el Infonavit tuvo oportunidad de entregar escrituras que significan más que una propiedad, era el hogar de las personas que aun en la actualidad se detienen en la calle para agradecerle su labor.
Mención aparte merece su paso por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), una institución que vela por los derechos del consumidor y donde también rememora gratas experiencias.
Pero su paso por el poder Judicial fue sin duda uno de los capítulos más importantes; en 1993, el otrora gobernador, Horacio Sánchez Unzueta, lo invitó a desayunar en casa de Gobierno para informarle que formaba parte de su propuesta para la renovación del pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE).
“Lo más que pude aspirar, yo en lo personal, es haber sido magistrado del Supremo Tribunal de Justicia; por supuesto que me sentí muy honrado, ahí la circunstancia que se dio en esa visión del Gobernador, de conjuntar a litigantes; en mi caso personal, como conocía la administración pública y era el propósito del Gobernador impulsar (…) sacudir el Poder Judicial”.
Se sintió becado con la experiencia, en esos espacios se convenció de que el Derecho Penal y la Criminología son muy técnicos, porque se valoran las conductas humanas con todos los extremos que tienen estas evaluaciones; le quedó algo claro, y que ahora piensa sembrar en los alumnos de la facultad: la argumentación jurídica.
También colaboró en el equipo de trabajo de Fernando Silva Nieto, como subsecretario de Prevención y Readaptación, puesto que le dio oportunidad de conocer todas las cárceles de importancia; después se convertiría en presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, por un periodo de dos años, para luego incorporarse al área administrativa de la Contraloría General, durante la administración de Marcelo de los Santos Fraga.
CERRANDO EL CICLO
La culminación de su carrera profesional no pudo ser mejor para el reconocido jurista, como director de la Facultad de Derecho ha trazado el camino para impulsar cuatro ejes primordiales; inicia con el sentido de pertenencia y respeto interpersonal, es decir, que los jóvenes hagan lo que les gusta, que lo hagan bien y se convenzan de que lo pueden hacer mejor.
Un tema importante para la directriz de Pedroza, son los casos de denuncias por acoso u hostigamiento, conductas para las que no hay cabida en este recinto; “tenemos que desterrar o enterrar, no más acoso, no más hostigamiento, violencia y discriminación. ¿Cómo? Desde arriba, con protocolos porque tampoco puedo ser injusto, sin tener elementos de convicción”.
Aunque admite que no es fácil, y el respeto inicia desde casa, con la formación docente; en ese sentido, uno de los objetivos es reducir el ausentismo de maestros.
Pero también la ruta académica es una de las renovaciones para la Facultad Ponciano Arriaga, en tiempos complicados por la contingencia sanitaria y donde habrán de buscarse las estrategias necesarias para no mermar la calidad educativa.
En su mensaje lo deja claro, la Facultad de Derecho lo tiene todo para realizar colaboraciones académicas con otras instituciones de renombre en el extranjero.
“Me gusta mucho la currícula de la UNAM, con su Instituto de Investigaciones Jurídicas, me gusta mucho la enseñanza de derecho de Chile y Argentina, pero si queremos pensar con más amplitud, España naturalmente y tengo ligera información de algo de Francia, hay que pensar en grande”.
Y justo en esas dimensiones se distingue Germán Pedroza, un abogado de trayectoria y ahora líder de la Facultad, pensando hacia afuera con un posicionamiento social, actualizaciones, nuevos convenios y crecimiento constante.
“Vamos a mantener el ritmo en el proceso enseñanza-aprendizaje (….), vamos a hacer una extraordinaria combinación entre lo doctrinal con lo práctico, con juicios orales, con juicios en línea, porque no va a haber muchas alternativas hoy por hoy; tengan la confianza, porque vamos a alcanzar nuestros objetivos, entre ellos está el éxito (…) con un gran rector, como Alejandro Zermeño, y lo digo porque me consta”.
ORÍGENES Y RAÍCES
Germán Pedroza Gaitán egresó en 1968 de la preparatoria 1 de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuando ésta se ubicaba en la avenida Niño Artillero; fueron épocas complejas por los conflictos estudiantiles históricos que ocurrieron en México y otros países, años más tarde culminó su carrera como abogado en la escuela de Derecho de la UASLP.
La vocación por estudiar abogacía fue adquirida de un tío materno, José Concepción Gaitán Anaya, quien lo invitó a su despacho y comenzó a prestarle expedientes jurídicos.
Pero fue su padre, Ignacio Pedroza Langarica, quien lo condujo al camino humanista y es un gesto que jamás acabará de agradecerle; lo mismo al inolvidable maestro, José Quijano Pigman, que forjó su interés en historia universal y literatura general.