Libros de ayer y hoy
Que el delegado del CEN del PRI en San Luis Potosí, Julián Luzanilla Contreras festeje que haya votado el 20 por ciento del padrón del partido este domingo, en las elecciones internas para elegir a la nueva dirigencia nacional, es de dar lástima.
Y es que estuvo fuerte la paradoja que significó tener el estadio Alfonso Lastras lleno de antorchistas y vacías las urnas del tricolor, lo cual fue un fracaso del presidente estatal, Elías Pesina Rodríguez.
Según Luzanilla, quien llegó de rebote a este estado tras la repentina muerte de Jorge Schiaffino Isunza “la participación de poco más de 24 mil priistas en el estado constituye un excelente punto de partida para los trabajos de recuperación, de reestructuración y renovación del partido”.
El pequeño gran detalle es que de acuerdo con el presidente del órgano auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos del CEN, Luis Felipe Fregoso, había dispuestas 119 mesas de votación en los 58 municipios para recibir a poco más de 126 mil militantes del tricolor.
O sea, el PRI volvió a perder una elección, pero ahora con su propia gente.
Existe una buena noticia para Xavier Nava y sus gobernados, y es que al parecer llegó a un acuerdo con la empresa Panavi para echar por tierra el contrato leonino del alumbrado público en la ciudad.
De acuerdo con la síndica municipal Alicia Nayeli Vázquez Martínez, Panavi aceptó eliminar –prácticamente- la cláusula que obligaba al gobierno municipal pagar 90% por la rescisión del contrato, cuando la empresa ni quisiera avanzó en la sustitución de luminarias en la capital potosina.
Y conste que no eran pocas, sino más de 60 mil, muy modernas, que según ahuyentarían a la delincuencia callejera porque eran de potente iluminación y serían colocadas, también, en los llamados puntos ciegos de las colonias con mayor índice delictivo.
Puro cuento de la pasada administración, pero Nava salió al quite.
Quienes creían que la semana pasada tomó protesta del cargo el Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor Rolando Solano Rivera, como comandante del 40 Batallón de Infantería, resulta que no fue así.
Y es que la foto donde aparece el mando con el gobernador Juan Manuel Carreras López sí es real, en un evento de entrega de libros escolares, pero no las fechas de la ceremonia, la cual se realizó a puerta cerrada en días anteriores.
Pero esperaron hasta que ocurriera el evento, para tomarse juntos la gráfica y difundirla.
Hagan de cuenta esos memorables shows televisivos que permitieron a los delincuentes alegar una violación al debido proceso, cuando se supo el engaño, pero esta vez institucionalizado.