Brillará San Luis Potosí con Mundial de Béisbol Infantil 2025
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de enero de 2019.- Padres de familia que tenían inscritos a sus hijos en la guardería Pingolandia, ubicada en la avenida Salk número 120 en la colonia Las Pilitas, en la capital potosina y subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), denunciaron que de la noche a la mañana se decidió el cierre de la estancia infantil, sin dar otras opciones de ingreso a los 180 niños que conformaban el padrón de usuarios.
Madres de los pequeños señalaron que el IMSS informó que la Unidad de Protección Civil Municipal de San Luis Potosí dictaminó que no es factible la operación de la guardería debido a que se encuentra muy cerca de una gasolinera, lo cual, extraño a los padres de familia porque la estancia infantil ha funcionado por más de 13 años sin ningún problema.
El problema, señalaron las madres inconformes, es que el IMSS ya no dio facilidades para renovar el contrato con la guardería e instalarla en otro lugar, afectando a los niños.
Asimismo, detallaron que el cierre definitivo de la guardería se concretó durante el periodo vacacional de invierno, y que al querer regresar a las actividades normales, los padres de familia se encontraron con la sorpresa de que ya no tenían dónde dejar a sus hijos.
Otros, se enteraron apenas tres días antes del regreso a actividades, de que ya no estaba en operación la guardería.
«El Ingeniero Ernesto de la jefatura de guarderías del IMSS SLP, solo nos avisa 3 días antes que ya no será del IMSS la guardería Pingolandia a la que llevamos a nuestros hijos, complicándonos todo con el cambio que tenemos que hacer, además de que hay lista de espera en las otras guarderías, aparte de todo no nos dice, se niega a darnos un motivo, nos asusta con que los niños están en riesgo, luego solo dice que es por algo administrativo, ni él conoce su procedimiento» (sic), refirió uno de los padres afectados en la página de Facebook Salvemos Pingolandia.
Ante el sorpresivo cierre de la guardería, la mayoría de los inconformes no tuvieron otra opción que reubicar a sus hijos en otras estancias infantiles, debido a la necesidad que tienen por el servicio.