
Los niños que fuimos
Las palabras del exgobernador Horacio Sánchez Unzueta, pueden interpretarse de varias formas: una de ellas, que él en lo particular no apoyará a ningún partido, sino al candidato que sea digno de su confianza, para competir por el cargo de Gobernador en 2021.
Y aunque por momentos pareció haber tensión a causa del Centro Histórico, lo cierto es que la relación con su sobrino político Xavier Nava Palacios goza de cabal salud.
Entonces que a nadie extrañe -sobre todo a su partido, el PRI- que Sánchez Unzueta ejerza todo su oficio y bagaje político a favor de quien, a pesar de sus errores, parece seguir en el camino a la ansiada candidatura.
Para aquellos que duden del poder del también ex embajador, funcionario federal y estatal, baste ver el dedazo de ayer a favor del nuevo oficial mayor, Jorge Daniel Hernández Delgadillo.
¿Qué posición tomarán los panistas ante el regreso inesperado de Ricardo Anaya a la brega política, para tratar de ser el contrapeso que en este momento no tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador?
El primero que viene a la mente es el diputado federal Xavier Azuara Zúñiga, quien fue el coordinador de la campaña presidencial del mexiquense en la entidad potosina, con resultados grisáceos.
Es cierto que Anaya venció a López Obrador en el Distrito V de San Luis Potosí, por escaso margen de votos; pero en el VI fue arrasado de forma contundente, mientras que en el resto de los distritos se dio un tête à tête con el priista José Antonio Meade.
Como quiera, Anaya dijo ayer que aprendió de sus errores y hasta que no haya un pronunciamiento claro, quedará la duda si Azuara forma parte de sus nuevos planes y, desde luego, la influencia que pueda ejercer -en paralelo a la dirigencia formal del blanquiazul- para la elección del candidato a Gobernador.
Golpe maestro de Anaya que con su regreso, dejó sin posibilidades de retomar el control de ese partido a Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, así como a otros damnificados en San Luis, que ya se veían en México Libre.
Parece que los delincuentes ya no respetan ni las comandancias de policía, como ejemplo está el enorme complejo central de la corporación capitalina ubicada en la Central de Abastos, donde este mismo año fue abandonado un cuerpo sin vida a un costado del estacionamiento, sin que ningún elemento se percatara de lo sucedido.
Además, los habitantes de la zona se quejan de constantes asaltos a transeúntes, transporte público y vehículos particulares que circulan por la noche, ya que la luminaria de toda la zona es prácticamente inexistente, a excepción de la propia comandancia.
Cansados de la situación, los habitantes y trabajadores de la zona por poco lincharon a un joven que intentó asaltar a un taxista a unas cuadras del complejo policiaco, y para no variar, los elementos llegaron tarde.
Con esto queda demostrado que a pesar de las declaraciones sobre trabajos coordinados, el hampa actúa con descaro frente a los policías.