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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de abril de 2020.- El uso de túneles sanitizantes inflables se habían vuelto comunes en el país, como una presunta medida de protección y para evitar la propagación del Covid 19. Sin embargo, la Secretaría de Salud ha señalado que su uso puede resultar contraproducente.
Diversas entidades los adquirieron, ya sea oficialmente o por parte de terceras personas en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Puebla, Hidalgo, Tamaulipas, Sonora, Guerrero, Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y San Luis Potosí.
Dichos túneles se componen por nueve aspersores ubicados en su interior, que distribuyen un desinfectante nebulizador certificado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y tienen la capacidad de desinfectar hasta 30 personas por minuto.
Para su uso, la persona debe permanecer en el interior del túnel de 20 a 30 segundos con las manos en alto, girar al interior, inclinarse y levantarse, para que el desinfectante llegue a la mayor parte del cuerpo.
El costo de estos arcos y túneles sanitizantes puede ser entre 75 mil hasta 355 mil pesos. Según el modelo y tamaño permiten el tránsito de una hasta 12 personas. Mientras que la capacidad de depósito de líquido sanitizante llega a ser de 16 litros, con una duración aproximada de una a cuatro horas, según su uso.
Sin embargo, la Secretaría de Salud y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, han desaprobado su uso, pues no existe una evidencia científica que garantice su eficacia para realizar una desinfección efectiva del virus SARS-CoV-2 causante del Covid 19.
SON RIESGOSOS
El pasado 8 de abril, López-Gatell explicó que estas técnicas de desinfección están diseñadas para utilizarse en procesos de sanitización en entornos controlados. Esto significa que debe tomarse en cuenta elementos como la estatura y peso de la persona.
Además de que quienes pasen por ellas deben contar con una protección física de las vías respiratorias (nariz y boca), así como los ojos, ya que la solución sanitizante puede provocar daños a las vías respiratorias, tos, estornudos e irritación de los bronquios; inclusive desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas.
Y en caso de que la persona haya contraído Covid 19, pasar por uno de estos túneles puede ser contraproducente.
“La concentración del desinfectante podría ser insuficiente para inactivar al virus, y el aerosol generado puede facilitar la diseminación del virus que pudiera estar presente en la ropa, cabello o pertenencias de las personas que pasan por el túnel, aumentando el riesgo de dispersión del virus”, señala el comunicado emitido por la Secretaría de Salud.
Asimismo, indica que este tipo de tecnologías pueden generar una falsa sensación de seguridad entre las personas, lo que derivaría en descuidar las medidas básicas de prevención, como el lavado frecuente de manos, el estornudo y tos de etiqueta, y mantener una sana distancia.
“La Secretaría de Salud no recomienda el uso y diseminación de estas tecnologías hasta que sea evaluada científicamente su efectividad, así como sus riesgos y beneficios”, finaliza el comunicado.
En el caso de San Luis Potosí, la titular de la SSA, Mónica Liliana Rangel Martínez, indicó que solamente se recomendaría su uso como auxiliares para el personal de salud cuando concluya su turno laboral y se dirijan a casa, para disminuir la cantidad de virus y bacterias. Sin embargo, en caso de la población en general su uso puede provocar una sensación de falsa seguridad.
EL CASO CHINO
Se sabe que en febrero, en Chongqin, en el centro de China, fue colocado un túnel brumoso con un sistema de 360 grados para limpiar a las personas en 20 segundos antes de comenzar su jornada laboral.
Además, fueron colocados dos sistemas de esterilización, que rociaba desinfectante a los trabajadores en un complejo industrial, cuando el brote del virus aún no alcanzaba a otros países del mundo.