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Inclusión social: gobierno humanista de Claudia Sheinbaum
Black Sabbath tocó en México por primera vez en 1992 dentro del Palacio de los Deportes, pero no era la primera vez que la banda lo había intentado. Cuatro años antes había comenzado la venta de boletos para su show en León, Guanajuato, pero la banda comenzó una odisea por la moral religiosa de dos estados.
Era uno de los peores momentos de la banda, ignorados por la crítica luego de sacar su disco Headless Cross, solo un medio se atrevió a decir que era el mejor álbum de la banda sin Ozzy. Es que en aquel entonces, la banda estaba conformada por Cozy Powell, Laurence Cottle, Geoff Nicholls, Tony Iommi y como vocalista Tony Martin.
La necesidad por promocionar el álbum en un nuevo país los llevó a aceptar el contrato, pero cuando pusieron el primer pie en México, los periódicos de León ya publicaban que era una banda en contra de los valores humanos y espirituales de los jóvenes. Plustar anunció el cambio del concierto a Celaya y todo fue de mal en peor.
El último intento fue el estadio Plan de San Luis en San Luis Potosí, pero la sociedad potosina declaró que si Black Sabbath llegaba a tocar un solo acorde, todo el Estado quedaría condenado a la perdición el día del juicio final, se anunciaba en una nota periodística bajo el título ¿Aún existe la inquisición? Fue el turno del presidente municipal Guillermo Pizzuto de cancelar el concierto para conservar las buenas costumbres.
Así, dos sociedades perdieron la oportunidad de colocarse en el mapa musical de México y el mundo, pero seguro les va bien con el turismo, León se defiende por ser una ciudad cultural y San Luis por ofrecer eventos que anuncian contratación de talentos pero aclarándoles que no hay fondos para pagarles, así es estimado lector, son los comunicados de Mireya Bernal de Cultura Estatal cuando convoca a talentos potosinos para que participen en eventos que pudieren ser un atractivo para los seguidores locales de las bandas pero no para un turista de otro estado aledaño, actualmente si estamos condenados en un juicio final en el mapa musical.
Me agrada la idea que la visión empresarial si comienza a aportar cultura musical, estaremos presentes en la Plaza de Toros ya que nos visitará Tony Lewis la gran leyenda de The Outfield, la banda ochentera digna de admirar por nuestra generación y poder compartir con nuestros hijos grandes temas íconos como Your Love, All The Love in the World. Un evento digno para nuestra ciudad.