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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de marzo de 2020.- Hablar de figuras del cine y la televisión mexicana nos llevará décadas, ya que contamos con cientos de figuras famosas que han dejado o siguen cosechando un legado de nuestra gran pantalla. En Quadratín Espectáculos conversamos en exclusiva un poco con uno de los actores más controversiales, un villano que es muy querido, el señor Humberto Elizondo.
Una gran trayectoria y una nutrida vida actoral, en la que ha participado en más de 150 películas, más de 40 telenovelas y muchas temporadas de teatro, destacándose principalmente como villano.
-¿Cómo estás David?, nos dijo el actor.
-Aquí en casa, tranquilo, un gusto saludarte, respondimos.
Entonces contó en la charla que “para empezar, mi vida no inicia en la televisión, es en 1952 a la edad de 5 años y es con Manolín y Shilinsky y mi mamá Vitola (qepd), en la película ‘Vivillos desde Chiquillos’. Después me voy a la escuela, y a los 14 años me voy de la casa a vivir a Tijuana, no fui buen estudiante, empiezo a trabajar como maestro de ceremonias en los años 60’s. Mi madre va por mí con ayuda de un juez tutelar. Inicio en un espectáculo que viajaba por todo México que se llamaba La Caravana Corona, era un laboratorio maravilloso de artistas, yo era el maestro de ceremonias, ahí tuve la fortuna de conocer a Arturo Martínez, Mantequilla, Piporro, yo les ayudaba como patiño en sus trabajos de sketch, me vio Arturo Martínez y me invitó a la película 24 Horas de Vida en 1969; yo considero mi primer trabajo de nivel, en la película Perro Callejero con Valentín Trujillo”.
Un actor con más de 65 años de trayectoria artística, un carácter muy entusiasta y divertido, al dialogar con él se puede constatar la experiencia y el divertido ser humano que resulta ser, a pesar de aparecer como villano de las películas y telenovelas, que nos denota un hombre frío y de pocas palabras, cuando es todo lo contrario.
El hijo de la fallecida actriz Fanny Kaufman «Vitola» subrayó que incluso el amor le brinda la paz necesaria para no preocuparse de si hay proyectos o llamados para actuar.
“Mi trabajo como patiño, me brinda la oportunidad de alternar en Cómicos y Canciones al lado de Viruta y Capulina, Clavillazo, Resortes, con Raúl Velasco, para después incidir en la actuación tanto en cine como en televisión”, continúa el señor Elizondo.
“La telenovela que puedo considerar que marcó mucho mi carrera es sin duda Cuna de Lobos, yo iba por diez capítulos y afortunadamente me quedé toda la telenovela”, nos revela.
Compartió la pantalla con grandes como Fernando Soler, David Reynoso, Carlos Moctezuma, Ignacio López Tarso, y muchos más.
“Yo no me califico como una leyenda, yo solo quiero trabajo, no me atrevo a calificarme, solo brindo lo mejor que puedo dar, yo me debo a mi público”, indicó.
El personaje de villano es su estandarte, la gente lo quiere mucho.
-Don Humberto, es usted muy malo, pero cae bien, le señalamos.
Sonríe por el comentario que recibe de muchas personas cuando lo saludan. Recordó que la primera actriz Carmen Montejo decía que en esta carrera pagan por actuar, no por trabajar, «porque una vez que estás en el escenario o frente a las cámaras disfrutas tu profesión».
Señaló que un villano debe ser odiado en el momento, “los villanos no deben ser justificados, al ponerle aderezo un productor al personaje ya se equivocaron, en la vida real existen personas muy malas”.
Culminamos la entrevista y continuamos conversando anécdotas de vida de su amistad con Andrés García, con excelentes recomendaciones de viajes, y le agradezco sus finísimas atenciones y buenas carcajadas en la conversación.