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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 13 de septiembre de 2018.- A doce años del asesinato del entonces Director de la Policía Estatal, Jaime Gerardo Flores Escamilla, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) no se acordaron de él y menos hubo homenaje alguno para recordar al hombre que ponderaban por su entrega al servicio de esta corporación, ni siquiera un recuerdo en redes sociales de la institución.
Flores Escamilla fue ejecutado a plena luz del día y frente a sus familiares cuando ocupaba el cargo de Director General de Seguridad Pública Estatal en San Luis Potosí.
Este asesinato de alto impacto marcó un parteaguas de la violencia en San Luis Potosí y paralizó al sistema de seguridad pública de la entidad.
Aquel 13 de septiembre de 2007, el comandante fue a un restaurante de mariscos ubicado en la esquina de las calles Rutilo Torres y Alejandrina, de la colonia Valle Dorado. Eran las 15 horas, no llevaba escoltas y fue interceptado por sujetos fuertemente armados que sacaron del vehículo a los familiares del comandante, a quien acribillaron con balazos de fusiles R-15. En el lugar se encontraron entre 40 y 50 casquillos percutidos.
Ha pasado más de una década y no se ha detenido a una sola persona por ese crimen.
La última vez que el Fiscal General del Estado, Federico Garza Herrera, habló de la ejecución del comandante, fue hace un año. Garza Herrera señaló que aún se buscan pruebas que esclarezcan el homicidio; aseguró que esa ejecución no es un asunto sepultado, pero ya pasó otro año y tampoco informa resultados.
En el lugar donde murió Flores Escamilla se colocó su nombre en un mosaico para recordarlo, pero desde hace unos años, se ha ido abandonando poco a poco.