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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de diciembre de 2022.- Desde hace siglos, los feligreses del Santuario de Plateros y devotos del Santo Niño de Atocha mantienen la tradición de llevar exvotos –pequeñas escenas pintadas sobre metal o madera, mensajes escritos en papel, fotografías o imágenes impresas– a este templo, para agradecer algún milagro.
La cantidad de prodigios que, acorde con los fieles, concede el Santo Niño, hace que al día puedan ser, al menos, 100 los exvotos colocados y que al paso de las décadas se vuelvan prácticamente incontables los acumulados.
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