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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 26 de junio de 2019.- Con sus húmedas y empedradas calles, casonas y templos que datan del siglo dieciséis, el típico y señorial pueblo minero de Cerro de San Pedro, lució incomparable para alojar el aniversario del Moto Club Perros, que echó la casa por la ventana para festejar con toda la banda biker sus primeros 17 años de vida.
Color, sabor y sonido se desplegó sobre la explanada de la Plaza Independencia fundada en 1910, en el corazón del rústico municipio que despertó de su acostumbrado letargo al escucharse las ruidosas notas de la setentera pieza musical Born to be wild -Nacido para ser salvaje-, un himno creado por Steppenwolf, para los aventureros bikers que gozan de su peculiar estilo de vida.
Y aunque la lluvia amenazaba a los rudos invitados, al iniciar los concursos bikers ya nada detuvo el festejo y decenas hacían su arribo montados en las Harley Davidson, con luces encendidas, llegando por carretera al sinuoso escenario frente a la Última Mina.
Hace diecisiete años, Alejandro Gallegos, Víctor Loredo, Rubén Gallegos y Andrés Pérez, entre otros, encabezaron el proyecto del Moto Club Perros, a fin de adoptar un estilo de vida muy peculiar, una ideología que antepone la hermandad, la lealtad y como indumentaria, la ropa oscura, el chaleco de cuero, la mezclilla, el pañuelo rojo, las gafas, lentes, botas y tatuajes en brazos y cualquier parte del cuerpo donde pueda lucirse algún motivo en especial.
Preparar el evento fue una odisea para los líderes de Moto Club Perros, encabezados por Edgar Ostiguín, Milton Gallo y Alejandro Gallegos, aunque la cooperación siempre estuvo presente, incluyendo a la Dirección de Turismo. Sin embargo, la satisfacción que dejó el éxito alcanzado ha sido plena: “ver todo esto hecho realidad, nos ha quitado los nervios y ahora queda disfrutar el evento las horas siguientes”, aseguraron Edgar y Alex.
Destacaron además la presencia de las familias, lo que habla de que esta afición sabe integrar al núcleo familiar, así como la asistencia de muchos bikers originarios de otros Estados, inclusive de otras nacionalidades, “el evento llamó la atención en el extranjero, y es algo que nos llena de orgullo”, agregaron.
La explanada se repartió para la zona de alimentos y bebidas, cerveza artesanal, el estrado para los grupos musicales y la rampa de salto, donde llegado el momento el audaz piloto de Freestyle, Cristian Becerra -con su Electric Show- hizo vibrar a los presentes con variados trucos sobre su motocicleta en un escenario inigualable, cercado por la serranía que envuelve a este histórico municipio de San Luis Potosí.
Aunque la lluvia se mantenía, para quienes han experimentado cualquier condición climática, eso ya es parte de sus travesías. “Andar en carretera, en lluvia, soles, lodo, es algo que nos gusta, y nos fortalece más. La de hoy ha sido una muy buena organización de parte de Perros. Hay que felicitarlos”, afirmaron Jesús Alonso y July Vera.
Las horas transcurrieron con una serie de actividades que mantuvieron viva la convivencia entre los miembros de Moto Club Perros y sus invitados de honor: la familia biker que cada vez crece más por su ideología y el natural gusto y pasión por la motocicleta.
“¡Perros…!” El grito de batalla invadió y dio vida así al apacible, y muchas veces castigado… Cerro de San Pedro.