Refrenda Sheinbaum estrategia de construcción de paz en Sinaloa y estados
CIUDAD VALLES, SLP., 10 de mayo de 2020.- Poco más de un cuarto de siglo tuvo que pasar para que un domingo las calles adyacentes a los mercados municipales estuvieran libres de vendedores temporales.
No fue un político, líder, ni alguno de los siete presidentes municipales que han pasado este lapso (con sus respectivos cinco interinos) quien logró lo que por mucho tiempo se consideró una hazaña: sacar a los tianguistas del centro de la ciudad.
La contingencia sanitaria por el Covid 19 –probablemente- el miedo al contagio, y la persuasión de la permanente vigilancia policiaca, propició que la Abasolo, Porfirio Díaz y Negrete, se convirtieran en calles de libre tránsito, tanto peatonal como vehicular.
Los expendedores fueron conminados a colocarse a un kilómetro de distancia, sobre la avenida Fernando Domínguez, en la colonia “Cuauhtémoc”, en uno de los nuevos auto-puntos de venta: Una traslación que se convirtió en histórica.
Fue en enero de 1994, cuando los desencuentros entre bodegueros y el presidente municipal Eligio Quintanilla González, desencadenaron en una huelga de hambre del líder Maximino Salazar Arvizu, y una posterior manifestación frente a palacio.
Terminados los plantones, lo que siguió fue el establecimiento del tianguis, desde cada mediodía del sábado hasta el atardecer del domingo, que al paso de los años se amplió a días festivos, aunque mucha de la mercancía ahí ofrecida no tuviera nada que ver con celebraciones.
La administración municipal de Juan José Ortiz Azuara (2000-2003) intentó su retiro y hasta les construyó un mercado: El “San Juan”, que terminó desdeñado y con locales abandonado u ocupados por otros comerciantes. Este domingo, la historia dio un giro radical.