Reabre sus puertas Notre Dame después de incendio hace 5 años
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., a 18 de febrero de 2020.- Alcaldes, secretarios y tesoreros de los 58 ayuntamientos, fueron “más que puntuales”; la mayoría llegó una hora y media antes de la cita, programada para las 12:00 del mediodía, en el Centro de Convenciones de esta ciudad.
Esta vez, la mayoría de los funcionarios coincidió con una actitud de ánimo, todos o casi todos, descendían de sus lujosos vehículos con una sonrisa, muy dispuestos a ofrecer entrevistas a los reporteros que se arremolinaban conforme iban llegando al recinto, donde recibieron oficialmente los Fondos para la Infraestructura Social Municipal (FISM) y el Fortalecimiento Municipal, para el ejercicio 2020.
Tal vez la presencia mayoritaria de los representantes de los gobiernos municipales, y el arribo de Leonel Serrato Sánchez, delegado regional de los Programas Integrales para el Desarrollo de la Zona Metropolitana de San Luis Potosí, obligó a los anfitriones (Secretaría de Finanzas) a comenzar anticipadamente con el protocolo.
Solo unos minutos bastaron, para que esa sonrisa que parecía permanente en la mayoría de los funcionarios presentes desapareciera abruptamente, luego de escuchar a Silvia Arellano, directora de la Coordinación Hacendaria de la Secretaría de Finanzas en el Estado (la primera intervención en la ceremonia) cómo iba enlistando a los ayuntamientos apercibidos por su falta de transparencia.
La postura erguida de quienes se encontraban sentados en los 58 lugares de la mesa central, comenzó a menguar, parecía que su estado cómodo, los llevaría pronto a quedar debajo de los manteles, como deseando que la directora de coordinación hacendaria pasara inadvertida su presencia.
Apenas unos 15 minutos duró la exhibición que hizo Silvia Arellano de “los incumplidos”, antes de ceder la palabra al representante del “súper delegado”. Justo acababa de iniciar su intervención, cuando se anunció la llegada de Gabino Morales, que ocupó un lugar del presidum, pero no impidió que Serrato Sánchez, concluyera el discurso que había comenzado.
Gabino Morales, con toda la actitud simplemente sobaba su corbata, mientras escuchaba “las sabias palabras” de su brazo derecho, quien conminaba a los representantes de los gobiernos municipales a hacer un uso eficiente del recurso público, evitar obras “de relumbrón”, y pidiendo justicia social.
El cuello de Morales Mendoza pareció erguirse justo cuando su representante aclaraba -sobre todo a los medios de comunicación- que tomaran a mal la ausencia del personal de la delegación o del mismo delegado, pues se trataba de un trabajo de campo, entregando a la gente lo que les correspondía, y quienes por primera vez podían gastar un recurso anhelado ante las carencias de años, a lo que se sumaba pensiones, becas y otros muchos beneficios que también debían cuidarse escrupulosamente.
Y ya emocionado, Serrato Sánchez, dio rienda suelta a la disertación, hasta concluir con un “no deben dejar que los escritorios se empolven, aguanten vara con la gente, a la gente se le debe atender, pero en México no sirven los alcaldes; son de pipa y sombrero”. Se hizo el silencio, y Gabino Morales, prefirió clavar su mirada en el interventor más que en las expresiones de los presentes.
La siguiente hora y media, fue puro discurso para los Alcaldes, la expresión que tomaron después de escuchar a Leonel Serrato, ya no cambió. Los rostros de los funcionarios que salían del recinto, en nada asemejaba al que se mostró dos horas antes.