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CIUDAD VALLES, SLP., 21 de enero de 2020.- Además de comerciante y activista social (sobre todo desde el ámbito religioso), don Fructuoso López Sánchez se hizo un personaje de fama, al convertirse en el pionero de la talabartería en la localidad, hace casi un siglo, cuando Valles apenas intentaba su propio desarrollo.
Nació en Antiguo Morelos, Tamaulipas, el 21 de enero de 1912. De origen humilde, desde muy pequeño comenzó a desempeñarse en las labores del campo y como arriero, para posteriormente trasladarse a Ciudad Valles junto con sus padres Donato López y Eufemia Sánchez.
A los 27 años, Don Tocho –como llegaría a conocerle la mayor parte de los vallenses- contrajo matrimonio con la señora María Engracia Cárdenas, con quien procreó cinco hijos: Xavier Salvador, María del Carmen, Fructuoso, Esteban y María Engracia; además de formar a Rosa Isela, una hija adoptiva.
En Valles inició la curtiduría técnica, instalando el mejor taller de talabartería a finales de los años treinta. En la política fue fundador de la Unión Nacional Sinarquista en los cincuenta, y diez años después del Partido Demócrata Mexicano (PDM), en el que militó más de treinta años.
Por su acercamiento a la religión católica creó la agrupación Acción Católica de la Juventud Mexicana, y el primer dispensario médico de la Divina Providencia en la parroquia Santiago de los Valles; también formó parte de la orden de los “Caballeros de Colón” y del grupo de Defensa de la Cultura y la Moral “Padre Xavier”.
Junto a su hija María del Carmen, fundó la Escuela de Trabajo Social “Juventud y Patriotismo”; además donó el terreno donde se edificó el Seminario Diocesano, en el que se ubica el Panteón Municipal y donde estuvo la Cárcel Distrital, éstos últimos en la colonia “Hidalgo”. Murió a los 85 años, el 25 de febrero de 1997.