Bodega Aurrerá y el recuerdo del gran ecocidio en Valles

CIUDAD VALLES, SLP., 16 de noviembre de 2019.- Una de las principales tiendas de autoservicio en la localidad cumple este 17 de noviembre catorce años desde su apertura; pero en plena euforia de desaforadas compras y supuestos descuentos del “Buen Fin”, las nuevas generaciones –y muchas de las antiguas- olvidan que Bodega Aurrerá, más allá de cualquier beneficio a la economía familiar, es en realidad responsable de un gran ecocidio.

El 31 de julio de 2005, a invitación de la asociación ecologista “Proyecto Verde”, ciudadanos vallenses protestaron por la tala del bosque en un terreno de la familia Osuna, donde entonces se construía la sucursal de Walmart-Aurrerá, en la esquina de Bulevar México-Laredo y Vicente C. Salazar; colocaron 175 cruces de cartón frente a la barda del predio, cada una en señal de luto por igual número de árboles derribados.

Encabezaba la manifestación el profesor Fernando Domínguez García, acompañado por reconocidos vallenses, entre ellos Xóchitl Zúñiga Fajardo, directora de la escuela primaria “Antero G. González”; y la ex alcaldesa interina Martha Magliano; quienes se manifestaron a un costado del lote, en cuyo interior enormes palmeras, framboyanes en flor, orejones y otras especies forestales endémicas eran derribados por máquinas y motosierras.

Mientras la deforestación continuaba en los días próximos, el diputado local suplente panista Luis Ángel Contreras Malibrán, declaró que ante la nula respuesta de las autoridades estatales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, con relación a la tala de los 175 árboles con más de 50 años de antigüedad, el titular de la dependencia podría enfrentar un juicio jurídico.

Lo anterior por no presentar un informe sobre quién autorizó el permiso para que se realizara esta tala y bajo qué condiciones. El político señaló que se llevaría el asunto ante un juez, e incluso aseguró que el 28 de julio había estado en la Ciudad de México -en las oficinas de la dependencia- donde se comprometieron a brindar un informe sobre el expediente administrativo.

Pero nada pasó, y el 17 de noviembre quedó inaugurada la tienda de la cadena Walmart, en el mismo sitio que antes fue un bello bosque que pertenecía al Hotel Valles (y cuyos propietarios le cedieron el espacio). Las polémicas, al suponer un millonario arreglo entre el consorcio y Ayuntamiento –encabezado por Jorge Terán- no se hicieron esperar, máxime cuando el director de Obras Públicas, Saúl Ortega, fue el encargado de cortar el listón.

Por si los atentados al ambiente hubiesen sido pocos, el gobierno teranista cedió a la exigencia de la cadena estadounidense de derribar varias palmeras ubicadas enfrente, para complacer los requerimientos viales de la tienda; las plantas debieron arrancarse del camellón del bulevar debido a que éste se fraccionó y para permitir la entrada de vehículos hacia el estacionamiento del supermercado.

El secretario de la asociación ecologista “Viva la Huasteca”, Sergio Calvillo García, comentaría decepcionado -pero muy resuelto- cuando se le preguntó sobre las acciones a realizar tras el derribo de las palmeras: “Nada… ya no podemos hacer nada, mejor que la gente de Valles juzgue a (el alcalde) Jorge Terán por las barbaridades que ha hecho, nosotros no le haremos más promoción”.

Las polémicas de la instalación de Aurrerá en Ciudad Valles no cesaron, porque luego de su apertura, una docena de mujeres denunciaron públicamente a Gustavo Luján, un ingeniero de la constructora Textor, a cargo de las obras de Bodegas Aurrerá o Wal-Mart, por abuso laboral y fraude al no pagarles el trabajo que realizaron durante más de una semana.

Martha Martínez, Karina Zamudio, Rita Rivera, Marcelina Zapata, Guadalupe Espinoza, así como Bertha Mayorga y Blanca Rubio, estaban entre las afectadas, y declararon que fueron defraudadas aprovechándose de su necesidad de trabajo, porque se les contrató en forma verbal no extendiéndoles documento alguno, para realizar la limpieza general de la construcción.