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Tanlajás, SLP., 3 de abril del 2019.- La lucha entre el bien y el mal está por comenzar, se necesita un escudo y mucho valor para enfrentar al diablo disfrazado de harapos y disparando chicotazos, arrancando ropa y sangre a la vez. Es la “Toreada Sagrada”, tradición para algunos cruel, pero a final de cuentas una cultura del pueblo tének de Tanlajás.
Cada Semana Santa la plaza pública se llena de toreadores, hombres del público que envalentonados con un trago de aguardiente, enfrentan al diablo, iniciando el ritual, golpeando la máscara de madera del demonio y desatando su ira con su chirrión hasta hacerlo sangrar de las piernas.
Con connotaciones religiosas, la toreada refleja la lucha entre el bien y el mal, quienes se atreven a experimentarla, buscan redimir sus pecados y empezar limpios en la resurrección.
Los chirrionazos en las piernas del toreador, han desmayado a más de uno, la resistencia al dolor ha dejado lacerantes heridas, situación que incluso el año pasado estuvo a punto de provocar su cancelación por parte del entonces alcalde Domingo Rodríguez Martell, autoridad que de acuerdo a la tradición debe iniciar la toreada, pero temiendo los latigazos de los ciudadanos detrás de una máscara no participó.
Con la experiencia del pasado, el actual presidente municipal Raúl Rivera Olvera, dice que le preocupa que estas tradiciones que dan identidad a los pueblos originarios se pierdan, por eso a través de la Dirección de Cultura inició demostraciones de toreadas, previas a la Semana Santa en diferentes escuelas, mostrando a los escolares la tradición e invitando a los mayores a que entren al “ruedo” y participen en el duelo y luchen contra el mal.
La “Toreada Sagrada” será del 17 al 21 de Abril, con la quema del diablo, un muñeco gigantesco relleno de aserrín y cohetones.