Estudiante mata a su novia durante una clase en Bolivia
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 26 de agosto de 2019.- Desde hace más de 15 días la selva tropical más grande del planeta se encuentra en llamas, con 72 mil 843 incendios este año, todo un récord.
El Amazonas tiene 7.4 millones de km2 y es la unidad ecológica más grande de Brasil, además que en ella viven alrededor de 34 millones de personas, incluyendo 385 grupos indígenas que son la fuerza más importante para cuidar de la selva.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil (INPE por sus siglas en portugués), se trata del número de incendios más elevados desde que comenzó a registrarse en 2013.
El doctor Carlos Contreras Servín, coordinador de climatología del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento Fitosanitario (LaNGIF) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), indicó que la vegetación de Sudamérica, en particular el Amazonas, está experimentando un estrés hídrico.
Es decir, que al igual como ocurrió en San Luis Potosí, se trata de un periodo de sequía que favorece los incendios forestales. El especialista indicó que hasta el momento, la extensión que se ha perdido equivale a un estado mexicano como Aguascalientes.
Añadió que la selva ha sufrido una fuerte deforestación para abrir tierras dedicadas a la ganadería y la agricultura, por lo que el proceso natural de sequía se ve agravado en estas circunstancias, se vuelve vulnerable y favorece las conflagraciones.
Al encontrarse en una zona poco poblada y con sistemas de comunicación deficientes, ya se había alertado desde el mes de julio de un incendio. Sin embargo, las autoridades de los países que pertenecen a la Amazonia no pusieron atención.
Contreras Servín comentó que una de las preocupaciones es que algunas de las áreas donde ocurren los incendios forestales, como la amazonia boliviana, no cuentan con recursos suficientes para auxiliar al combate del fuego.
Algunas de las consecuencias inmediatas de los incendios en el Amazonas, es que arrojan grandes toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, con lo que se incrementan las partículas que están ampliamente vinculadas con el cambio climático.
Mientras que a largo plazo se degrada la capacidad del planeta para reciclar el CO2 de una manera natural a través de la fotosíntesis que se lleva a cabo en los bosques de todo el planeta.
Aunque pueda recuperarse el territorio perdido por los incendios, el doctor Contreras Servín, indicó que se trata de un proceso de largo plazo que puede llevarse alrededor de cinco a 20 años, pero se ve influenciado por la degradación del suelo.
ESPECIES EN RIESGO
Por su parte, Joab Raziel Quintero Ruiz, maestro en Ciencias Ambientales, indicó que también se perdería una gran cantidad de especies nativas del Amazonas, ya que muchas de ellas aún no han sido catalogadas o descubiertas.
Estos incendios pueden derivar en que las zonas siniestradas se utilicen para llevar a cabo el cambio de uso de suelo y ser de cultivos o ganaderías, lo que provocaría la pérdida de mayor diversidad, además de la ya generada por el fuego.
En caso de que el gobierno decida proteger las áreas siniestradas para su recuperación podría ser un largo plazo, tal vez no en las mismas condiciones en las que se encontraba, pero podría presentar recursos para albergar otras especies.
Indicó que algunas formas de ayudar al Amazonas es reducir el consumo de soya, ya que para obtener este producto se realizan grandes procesos de deforestación y cambios de uso de suelo; alimento que repite sus circunstancias con la ganadería.
Otra forma de ayuda es consumir productos generados de manera tradicional, cultivos orgánicos provenientes de comunidades, así como evitar materia que incida en la deforestación de la selva.