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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de abril 2021.- La llegada de la vacuna contra Covid 19 a la capital potosina después de casi un año de que se presentara el primer caso en el estado, es una realidad para los mayores de 60 años, quienes desde el martes 13 y hasta hoy, abarrotaron los puntos de vacunación, entre quejas por desorganización y la larga espera.
El equipo de Quadratín San Luis tuvo la oportunidad de acompañar a uno de los beneficiarios que recibieron el biológico para vivir de cerca el camino a recibir la vacuna de la esperanza, como muchos la llaman.
Como fue anunciado, la vacunación inició desde las nueve de la mañana en el Centro de Alto Rendimiento, cerca de las 9:30 horas la fila comenzaba apenas unos metros antes de llegar a la puerta de acceso, sobre la Calle Luis Donaldo Colosio; para ingresar había que rodear la manzana del estadio Plan de San Luis, la espera era larga bajo el radiante sol de primavera, que castigaba la cabeza entrecana de los adultos formados.
La persona que cumplió cabalmente con los requerimientos veía con pesimismo al pensar que ahí pasaría gran parte del día, además de lamentar que -como en muchas otras cosas- México sea el país donde la burocracia y el trámite de documentos, esté por encima de una situación sanitaria que requiere la agilidad para volver a la añorada rutina diaria, con libertad para realizar hasta la mínima actividad que en ocasiones llevábamos como rutina o como algunos le llamaban, aburrimiento.
En punto de las 9:50 de la mañana, la fila comenzó a avanzar, la primera vuelta con llegada a la avenida Mariano Jiménez tomó apenas 20 minutos, donde claro, también hubo tiempo para la aparición de vendedores que no dejaron pasar la oportunidad de ganarse el sustento de la familia, mismo que fue golpeado por la aparición del virus que congeló y evidenció una frágil economía, entre otros rubros, como buen mexicano con ingenio, se ofrecían desayunos, sombrillas, agua y hasta bancos para aminorar el cansancio que se genera en la larga espera del medicamento.
Entre pláticas con el ciudadano que cooperó para este ejercicio periodístico, pasó otra media hora, misma que al notarlo, habíamos llegado a la intersección de Mariano Jiménez y Zenón Fernández, donde por fin la sombra del estadio que albergó a leyendas del futbol potosino, actual Casa del Atlético de San Luis Femenil, refresco la onda cálida del apabullante sol, ahí sobre la mencionada esquina, empezaron su aparición los brigadistas voluntarios, mientras avanzaba la fila, muchos de los que permanecían en formación veían con envidia a quienes salían del módulo de espera después de recibir su primera dosis, ahí también comenzaba la vigilancia y apoyo de los militares.
De forma casi asombrosa, al filo de las 10 de la mañana, regresamos a la avenida Luis Donaldo Colosio, donde mediante el altavoz, uno de los coordinadores logísticos de la Secretaría del Bienestar, indicaba tener preparados los documentos de acceso al punto de vacunación, así como recalcar las medidas sanitarias y la invitación a mantener el orden, mientras la fila seguía avanzando, a los acompañantes se nos solicitaba estar pendientes de los mayores de 60 años, ya sea para mantenerlos hidratados o bien para que comieran algo y resistieron la espera.
A las 10 de la mañana con 20 minutos, ya nos encontrábamos a escasos metros del ingreso, ahí las instrucciones fueron más claras, se pedía mantener sana distancia, también se comenzaba a dar preferencia a los adultos en silla de ruedas o con algún problema de movilidad, los brigadistas pasaban a revisar la documentación y que efectivamente el beneficiario de la vacuna, fuera el día correspondiente a su primer letra del apellido paterno, ahí en realidad es cuando nos dimos cuenta que el retardo viene en esa parte, pues los datos necesarios comienzan a revisarse y avanzan en un grupo de aproximadamente 30 personas a la zona de ingreso.
A las 10:40 por fin se logró el ingreso, nuevamente en una sola fila, los adultos mayores de 60 años y sus acompañantes, avanzamos hacia uno de los auditorios del Centro de Alto Rendimiento, de ahí en adelante, el ejército, sus enfermeras, enfermeros y soldados, se hacen cargo de la coordinación, piden y generan orden, como buenos militares imponiendo siempre el respeto, finamente llegó la hora de separar a los acompañantes y a quienes recibirían el biológico, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pasaron a los acompañantes a las gradas, mientras el beneficiario tomó un determinado asiento, señalando que una enfermera acudiría por él.
No pasaron ni 10 minutos, cuando como lo habían indicado previamente, una de las enfermeras acudió por la persona a la que Quadratín San Luis acompañó, mientras le explicaban que le sería suministrada la vacuna de Pfizer, le mostraban la jeringa nueva con la que aplicarían el medicamento, mientras otro soldado llenaba la hoja de registro, a las 11 de la mañana con 10 minutos, la vacuna por fin entró a su sistema, pasa después anotar la hora de la aplicación y pasar a la zona donde tendrá que ser monitoreando durante media hora para prevenir alguna reacción, indicándole además que estuviera pendiente de la información oficial para regresar por la segunda dosis, entregándole un registro donde indica que recibió la primera.
A las 11:40 una enfermera acudió a la zona de observación para preguntar si se sentía bien, afirmando así el beneficiario que no hubo problema alguno, para después pedirle que pasara a la salida pues su proceso había terminado, abandonando el punto de vacunación, sorpresivamente, dentro del lugar, donde cerca de 300 adultos mayores eran vacunados, el proceso se agiliza, contradiciendo la desorganización señalada durante el primer día de la jornada de vacunación.
Finalmente abandonamos el lugar, sorprendidos por el tiempo de espera que no fue como se esperaba, además de la buena coordinación mostrada, el ciudadano que cooperó en este ejercicio, se retiró contento, pues al recibir la primera dosis de la vacuna de la esperanza, se cree que pronto regrese su añorada cotidianidad.