Estrena Guillermo Arriaga filme inspirado en volcadura que sufrió en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de enero de 2024.- Preocupa a vecinos de la avenida San Lorenzo el retraso en las obras del puente Camino a San José del Barro que comunica a la colonia San Felipe con el fraccionamiento San Lorenzo, San José del Barro y Terremoto.
Fue el pasado 8 de junio de 2023 cuando las autoridades informaron de los inicios de obra de la vialidad, lo que significó para los residentes de la zona un alivio temporal, pues al ser muy reducido el puente de dos carriles se volvió caótico y la esperanza se centró en la reducción de tiempos y daños a sus vehículos.
La obra, de 23 millones 600 mil pesos, vendría a dar solución a 50 mil habitantes que diariamente circulan por la zona, aunque no se especificó una fecha de conclusión al día de hoy suman ocho meses de retraso, situación que tiene desesperados a comerciantes y habitantes, además de estudiantes de la zona.
En el caso de los estudiantes, al encontrarse en la zona de secundarias, primarias y educación inicial tienen que sortear hoyos, zanjas y tierra, incluso al transitar muy temprano por la mañana es una zona que se vuelve insegura por la falta de circulación en la zona.
Los automovilistas que habitan en la zona residencial señalan que es por la mañana cuando más tráfico encuentran, pues se satura la vialidad que conecta con la avenida San Luis y San Felipe, que desfoga el tráfico hacia la 57 y el río Santiago.
Óscar Ramírez, habitante de la colonia y conductor, señala que antes el camino que ahora se encuentra cerrado le facilitaba el acceso al río Santiago, ahora hace 15 minutos más de tiempo para poder llegar al río Santiago porque tiene que rodear la importante obra que aún no tiene fecha de conclusión.
La señora Patricia Fernández denuncia que el problema vial se agrava, pues cruzando la vía se encuentra el Lienzo Charro Hermoso Cariño que tiene eventos de charrería de manera constante.
“Nos enteramos por las redes sociales que este próximo 25 de enero hay un evento de charrería y muchos de los visitantes, e incluso franeleros, se apoderan de los espacios aledaños, convirtiendo la obra en baños públicos de personas y animales”.