Iván Estrada: de la vinculación a proceso a beatificación morenista
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 5 de febrero de 2019.- La organización Imagina México realiza un estudio denominado Bienestar Subjetivo en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el que analiza que tan felices son las personas que viven en las ciudades; en San Luis Potosí, de acuerdo con el estudio, lo que más afecta a la felicidad es el tiempo que toma trasladarse de un punto a otro.
Las acciones y los actores
Alva señaló que la ciudad aún se encuentra en un momento en el que se pueden llegar a corregir sus problemas. Las urbes que cuentan entre el millón y el millón y medio de habitantes son las más fáciles de planificar, ya que se cuenta con recursos, atención, industria y crecimiento.
El trascurso de este año y el próximo serán determinantes para aprovechar lo anterior y contar con una ciudad habitable y vivible, en la que se pueda tener beneficios de urbanización. De lo contrario se comenzarán a registrar problemas derivados del crecimiento mal planeado y desmedido.
Estos problemas no solo corresponden al gobierno, sino también a la falta de sinergia o acuerdo entre varias partes. Se cuenta con complicaciones en el que todos los actores sociales deben participar y resolver en conjunto, de lo contrario el inicio para la segunda década de este siglo será complicado.
Algunos de los aspectos que se tienen que resolver en estos dos años para que los problemas no sean irreversibles, es que se debe reconocer que San Luis dejo de ser una ciudad pequeña por lo que hay que reorganizarse. Esto implica un plan que defina hacia dónde se va a crecer y cómo, en el que se incluya a los seis municipios que conforman la zona metropolitana y en el que los presidente municipales se sienten a charlar y establezcan acuerdos de crecimiento.
De igual forma, se necesita de un ambicioso programa de infraestructura que permita a la ciudad, en mediano plazo, contar con un medio de transporte masivo, que permita la integración de diversas formas de movilidad, por lo que diversos proveedores del servicio tendrán que unirse.
Que los industriales y los constructores lleguen a un acuerdo, pues los primeros se encargan de guiar el desarrollo de la ciudad y los segundo de hacerla. Sentarlos a la mesa con el gobierno y establecer en qué zonas se va a crecer y ser responsables con el medio ambiente.
El maestro Alva considera que, si se llega a tener un plan, acuerdos entre los municipios, industriales y constructores, se puede pensar en una planeación que reorganice las leyes y contar con un nuevo marco normativo. Tarea que corresponde al Congreso del Estado, que hasta el momento ha sido insensibles en el aspecto del crecimiento de la ciudad, ya que no han impulsado legislaturas con un marco jurídico que abarque la movilidad.
Agregó que no existen dependencias que hagan frente a los problemas que se cuentan en la ciudad, por lo que el gobierno también debe reorganizarse y crear nuevas instituciones como una Secretaría de Desarrollo Metropolitano y de Movilidad; de este último no es asunto de la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes (SCT) ni de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (SEDUVOP). Mientras no exista un acuerdo entre el Congreso y el Ejecutivo para conocer que leyes son las necesarias para una reorganización no se podrá salir adelante.
El crecimiento actual era esperado hasta 2020 según el plan de desarrollo de 2003, sin embargo, el millón 400 de habitantes fue superado el año pasado.
Es viable que en el Estado se establezca un sistema de transporte rápido como el Metrobús, pero hay un detalle: se mete a competir los sistemas de movilidad.
El maestro Alva se refiere a que, de acuerdo con un estudio realizado en 2013 sobre un programa integral de movilidad urbana sustentable, se estableció que primero se debe reorganizar las rutas de transporte (algo que no se ha hecho), debido al crecimiento de la ciudad, por lo que hay que distribuirlo.
De igual forma, se necesita un sistema de ciclovías; a la fecha se encuentra en construcción una que conectará Horizontes y el libramiento de la zona norponiente de la ciudad, pero dentro de la ciudad no se cuenta con ninguna.
Por otra parte, el Metrobús circulará en tres direcciones diferente, si corre solo de la Alameda a Villa de Pozos atendería a una sección de la ciudad y dejaría descartada otras zonas que necesiten de mayor atención.
Estas decisiones han provocado que, por un lado, la ciudad vaya lenta en la implementación de los medios antes mencionados y, por otro, que se limiten los transportes cuando el Plan Integrales de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS) se refiere a un transporte masivo que puede ser un metro que no compita por el espacio con los automóviles, además de promover el espacio para bicicletas y el peatón.
El maestro Alva refirió que se implementan los planes en su mayoría, pero en vez de solucionar el problema de la movilidad se empeora. Además de pensar en un sistema de transporte colectivo y masivo, también se debe considerar un sistema que conecte los extremos de la ciudad para construir nuevos circuitos, pues de momento solo se cuenta con Salvador Nava-Río Santiago y el Periférico.
Pero estos dos circuitos ya cuentan con graves problemas: el Periférico ya se encuentra en mal estado y ha sido rebasado por los automóviles, por lo que la distribución ahora se concentra en Salvador Nava y Río Santiago, además de que en la primera no circula el transporte público y se ha convertido en una de las vialidades más peligrosas por el número de accidentes que suceden a la semana.
Se deben considerar de forma integral la cuestión de ingeniería vial, el acomodo de las vialidades y la adecuación de los espacios; también incentivar otras formas de movilidad y construir un transporte masivo, que no sea necesariamente el metrobús pues hay que pensar en los problemas del futuro.
Alva observa con relativo optimismo el que se puedan resolver los problemas actuales de crecimiento que enfrenta de la ciudad. Para el maestro se requiere de reorganización y claridad, pero sobre todo liderazgo, “alguna entidad de gobierno que tome con una visión diferente el problema y que empiece a llamar a los otros a los acuerdos”.
Explicó que del presupuesto total con el que cuenta la ciudad, el 10% es destinado a transporte público, es decir que, de cada 10 pesos, nueve son destinados a proyectos que tienen que ver con la movilidad en el coche, uno al transporte público y nada a bicicletas o el peatón.
Estás cuatro formas de movilidad deben ponerse en equilibrio para que los problemas se diversifiquen, “lo que necesitamos hacer es dividir el problema para que tengamos más opciones para resolverlo”.
Aún somos una ciudad relativamente pequeña que puede administrar su movilidad a partir de la diversificación. Por ejemplo, si se traza un punto en la superficie partiendo de la Alameda, en los primeros tres kilómetros de circunferencia las personas pueden moverse caminando y a partir de los cinco kilómetros en bicicleta que llegan casi al periférico. Los problemas de dispersión comienzan entre los cinco y los 10 kilómetros que llegan hasta Villa de Pozos y Ciudad Satélite.
De dónde somos y a dónde vamos
La mayoría de las personas que utilizan el automóvil como medio de transporte se dirige del sector sur-poniente, utilizando Salvador Nava y la Carretera 57 en el que circulan entre 215 a 225 mil coches por día.
Quienes usan el transporte público, va del nororiente, la parte de Soledad de Graciano Sánchez, al suroriente por la Carretera 57. En este caso, la movilidad se concentra en el Distribuidor Juárez y la Alameda, cuando en ocasiones las personas no necesitan transitar por ella.
En cuanto a los universitarios, su traslado inicia en avenida Industrias, pasa por Venustiano Carranza y baja por Calzada de Guadalupe. Mientras que la educación básica está dispersa y utiliza el transporte privado, algo que influye en gran medida el problema de movilidad.
Nuevas soluciones
En la actualidad se deben cambiar los enfoques de movilidad, pues los tradicionales (a finales del siglo XX) partían del enfoque origen-destino, su detalle es que la estrategia reproducía el problema y parten de mover más gente en menos tiempo.
Ahora los estudios deben buscar que se evite mover en demasía a la sociedad, emplear las nuevas tecnologías y ver la movilidad como un servicio que ayude a las personas a trasladarse de forma inteligente y eficaz, así como la integración de planes de desarrollo urbano.
La movilidad también debe encaminarse a ser sustentable, primero al transporte público, después a la movilidad activa y hacía los sistemas de desarrollos orientados al transporte, que en la ciudad puede crecer a partir de sus barrios, para contar con espacios verdes donde la gente pueda caminar.
Concluyó en que se tiene que comenzar a realizar un modelo de desarrollo que permita a la ciudad cambiar se enfoque industrial hacía otro campo como la salud y la energía, para después ajustar el desarrollo urbano y así saber cómo conectar a las personas, y que la ciudad sea accesible para que la movilidad se mantenga como una actividad y no como un problema.