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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 4 de junio de 2020.- La venta de automóviles se desplomó hasta en un 58.9 por ciento llegando a vender solamente 42 mil 28, en comparación con mayo del 2018, donde se vendieron 102 mil 402, esto a nivel nacional, según lo reportó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
El sector no había registrado una caída en las ventas de esta magnitud desde 1998, y esta baja se origina como muchos males económicos actuales a la contingencia sanitaria por el virus Covid 19, que obligó a las distribuidoras de vehículos a cerrar sus instalaciones y trabajar desde casa; de enero a mayo pasado solamente se comercializaron 373 mil 508 vehículos, mientras que en ese mismo período el año pasado fueron 533 mil 748 unidades, disminuyendo un 30 por ciento.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) indicó que desde que comenzó la campaña nacional de sana distancia y la medida de resguardo domiciliario, los hábitos de consumo de la población se modificaron y junto con ello la operatividad de los distribuidores de automóviles, llegando a utilizar de mejor manera las compras y atenciones en línea, cuestión que explica el repunte de ventas para el mes de mayo.
Dentro de los aspectos a rescatar o positivos que sacaron a flote las ventas para este sector, fueron las compras internas que realizaron las propias empresas y trabajadores de estas industrias, aunque la caída de ventas complica aún más la situación que se venía arrastrando desde junio del 2017, sumando ya 36 meses de resultados negativos para las distribuidoras de vehículos según datos de la AMDA.
La situación del sector es delicada, ya que el cierre de negocios dedicados a la venta de autos está latente y con posibilidades de darse en la mayor parte de las entidades del país, incluyendo aquellas que más ventas tienen a lo largo del año como la Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León, impactando seriamente la comercialización de vehículos. Debido a esto, los comercializadores de automóviles enviaron una solicitud al Gobierno Federal para que se les incluya dentro de las industrias del ramo automotriz que son consideradas esenciales y reanudar actividades en sus negocios.
Según la revista Forbes, que publicó el estudio del INEGI, «la comercialización de vehículos es una fuente relevante de captación de impuestos, generación de empleo y derrama económica que a través de más de tres mil establecimientos contribuye de forma importante a la economía nacional».