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RIOVERDE, SLP., 24 de abril 2021.- El año 1874 marcó un parteaguas en la historia de Rioverde al iniciar funciones la primera planta que produjo electricidad desde La Planta San Isidro, un bello parque natural que representa el paso de la ciudad a la época moderna, por la producción del flujo eléctrico, a través de la caída del agua del brazo de El Carmen, proveniente del manantial de agua la Media Luna.
El sitio era propiedad de Manuel Verástegui Suárez y comenzó con la producción de harina, pero con la venta a María del Refugio Martínez y Piernás, se ordenó encauzar el agua por un canal que mandó abrir de 1.90 metros de ancho, en forma de escuadra, para dar mantenimiento a la corriente que caía sobre una rueda que movía el molino. Sin embargo, con los años cambió la maquinaria de producir harina, por otra para generar electricidad.
El procedimiento consistía en lograr que el agua cayera sobre una rueda Pelton, que hacía girar un dínamo de 80 caballos de fuerza, con el 50% de utilidad.
Luego tendió la línea de conducción y las ramificaciones entre el vecindario, dando servicio inicialmente a las familias pudientes ajustando esta distribución a la capacidad de la planta, que transmitía corriente a un alternador Stanley de 1,000 lámparas.
En ese tiempo había en servicio 400 lámparas incandescentes, con un costo de 1.25 pesos al mes por lámpara de 40 watts, de las cuales, 150 pertenecían al alumbrado público libres de costo.
No obstante, fue hasta el 2 de abril de 1902 cuando el Gobernador del Estado Ing. Blas Escontría Ruiz y Bustamante inauguró la planta eléctrica.
Las instalaciones se verificaron bajo la supervisión de la casa Braschi Hermanos de México, las cuales quedaron bajo la dirección del electricista Manuel Leduc y se denominó Compañía de Alumbrado Eléctrico, S.A.
De esta forma, Rioverde fue la segunda ciudad del estado que obtuvo el beneficio del alumbrado eléctrico.
La compañía era anónima, su primer gerente fue don Francisco I. Martínez, familiar de doña Refugio Martínez, quien para 1902 aparecía como propietaria de la referida hacienda.
Para 1906, el nombre de la sociedad anónima cambió a Compañía Eléctrica de Rioverde, con un capital social de 50,000 pesos y una junta directiva formada por un presidente, Juan Pablo Alcocer y el gerente Francisco I. Martínez.
La planta se anunciaba a seis kilómetros de distancia al sureste de Rioverde, ahora, con un motor generador de 100 caballos de potencia, que abastecía molinos de nixtamal, ventiladores y algunas otras utilidades de las poblaciones de Rioverde y Ciudad Fernández.
Para el 28 de febrero de 1918, la planta de Rioverde se llamó Compañía Eléctrica de Rioverde, S.A., el administrador era don Manuel M. Gama y en mayo de 1922, la empresa se denominó Planta Eléctrica San Isidro S.A., como se le conoció popularmente.
La planta cumplía su función, sujeta a los caprichos del río que duraba crecido hasta tres semanas y por el alto nivel que alcanzaba, el agua del río no dejaba operar el desagüe de la turbina, de manera que el pueblo se quedaba sumergido en tinieblas.
El 19 de febrero de 1937 los consumidores de la compañía de energía eléctrica se manifestaron por los constantes apagones, bajo esta inquietud se unieron, se eligió una mesa directiva en la cual se nombró Presidente a Luis F. Tenorio
En ese año, el Presidente Lázaro Cárdenas ordenó al Secretario de Economía Nacional, diera los pasos necesarios para la creación de una Comisión Federal de Electricidad.
La antigua planta dejó de trabajar hasta el primero de mayo de 1955, cuando fue sustituida por la unidad que construyó la Comisión Federal de Electricidad, CFE en la prolongación de calle Aldama en donde funcionaban dos máquinas Diesel, una inglesa y la otra suiza y se mejoró el servicio.