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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de noviembre 2020.- Este 19 de noviembre se conmemora el 209 aniversario del natalicio de Ponciano Arriaga Leija, considerado el padre de la Constitución de 1857 y uno de los políticos mexicanos de pensamiento liberal de mayor trascendencia en la historia del país.
Nacido en San Luis Potosí capital en 1811, Ponciano Arriaga se convirtió en abogado a una edad temprana: 19 años, después de graduarse de la carrera de derecho en el Colegio Guadalupano Josefino, actualmente la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), en 1831.
Apenas un año después de haberse recibido como abogado, participó en la campaña presidencial del general José Esteban Moctezuma contra Anastasio Bustamante. En 1833 se enlistó en la Guardia Nacional para combatir a Antonio López de Santa Anna.
Su habilidad como orador, considerada envidiable, le permitió ingresar a la vida política del Estado, desde donde criticaba de manera imparable los errores cometidos por el gobierno nacional.
Llegó al Congreso de la Unión en 1843 como diputado federal, apoyado por diversos funcionarios debido a su desempeño como hombre de confianza.
Tres años después se convirtió en senador. Durante este cargo, se involucró en los planes de defensa de los estados fronterizos mexicanos ante la guerra con los Estados Unidos. Para 1848, cuando se discutía el Tratado de Paz de Guadalupe Hidalgo, Arriaga fue una de las voces que rechazaron su firma, junto con Melchor Ocampo y Mariano Otero.
Más tarde fue invitado a colaborar en el gobierno de Mariano Arista, sin dejar de criticar al poder. Durante esta administración, se desempeñó como ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.
Sin embargo, con la llegada de Santa Anna a la presidencia, Arriaga comenzó a ser perseguido por sus ideas liberales y su oposición a la dictadura, hasta ser obligado a exiliarse. Se estableció en la ciudad de Nueva Orleans, en Estados Unidos, en donde estableció contacto con otros liberales víctimas del Santanismo, entre los que se encontraba Benito Juárez, Melchor Ocampo y José María Mata.
Sería hasta el triunfo de la Revolución de Ayutla, que el abogado potosino pudo regresar a México en 1855.
Ese mismo año, fue nombrado presidente del Congreso, además de ser el encargado de dirigir la comisión que elaboró el proyecto de una nueva Constitución para la República. Su actuación fue de gran relevancia, pues inconforme con el status quo realizó críticas en contra del militarismo y del sistema de propiedad privada que imperaba en la época, lo que permitía que sólo unos cuantos podían acumular grandes extensiones de tierra, así como el lamentable desarrollo del país.
«Este pueblo no puede ser libre ni republicano, y mucho menos venturoso, por más que cien constituciones y millares de leyes proclamen derechos abstractos, teorías bellísimas, pero impracticables, en consecuencia del absurdo sistema económico de la sociedad», es una de sus declaraciones más conocidas de ese entonces.
También se pronunció por la igualdad jurídica de la mujer y evitó que el movimiento de Reforma se frustrara al restaurar la Constitución de 1824.
Cuando Ignacio Comonfort dio el golpe de Estado en contra de la Constitución de 1857, Arriaga se adhirió a la legalidad que representaba Benito Juárez para la mayoría de los liberales iniciarse la Guerra de Reforma.
Tras el triunfo del presidente Juárez, Arriaga fue comisionado en diversos cargos durante su gobierno.
Falleció el 12 de julio de 1865 en San Luis Potosí; posteriormente sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.