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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 11 de enero de 2024.- En medio del primer mes del año, un día en particular ha ganado notoriedad por su reputación como el Blue Monday o Lunes Triste. Este término fue acuñado por el psicólogo británico Cliff Arnall en 2005, quien desarrolló una fórmula que considera factores como el clima, las deudas acumuladas, el tiempo transcurrido desde la Navidad y el fracaso de los propósitos de año nuevo.
A pesar de la controversia, el Blue Monday ha permeado en la cultura popular, y muchos encuentran una resonancia con la sensación de melancolía que puede acompañar el inicio del año. La presión financiera postnavideña, los objetivos de año nuevo que comienzan a desvanecerse y las condiciones climáticas adversas son elementos que podrían contribuir a una sensación colectiva de desánimo.
Para abordar este tema desde una perspectiva más positiva, algunos expertos sugieren utilizar el Blue Monday como una oportunidad para reflexionar sobre la salud mental y buscar estrategias para combatir el estrés y la tristeza. En lugar de dejarse llevar por la idea de un día inherentemente negativo, se alienta a las personas a adoptar hábitos positivos, como la práctica de la gratitud, el ejercicio y la conexión social.
En este contexto, es fundamental reconocer que la salud mental es un aspecto crucial de nuestras vidas y que el Blue Monday puede ser un recordatorio para abordar de manera proactiva nuestras emociones y buscar el apoyo necesario si es necesario.
En última instancia, el Blue Monday puede considerarse un fenómeno debatido, pero también puede ser un recordatorio valioso de la importancia de cuidar nuestra salud mental en medio de las tensiones cotidianas. En lugar de dejarse llevar por la melancolía, este día puede ser una oportunidad para reflexionar, conectarse con los demás y tomar medidas positivas para mejorar nuestro bienestar emocional.