Gustavo Gutiérrez, el padre de la Teología de la Liberación
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 13 de marzo 2021.- Hace un año llegó el Covid 19 a cimbrar a San Luis Potosí, después de que comenzara el brote en diciembre del 2019 en Wuhan, China, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había puesto sobre alerta a las naciones sobre el posible esparcimiento de la nueva enfermedad provocada por virus SARS-CoV-2, por lo que era necesario adoptar medidas inmediatas y contundentes.
Sin embargo, el 11 de marzo de 2020 la OMS declaró el brote como pandemia. Justo dos días después, la Secretaría de Salud en el Estado confirmó el primer caso de Covid 19 en territorio potosino.
Se trataba de una mujer de 53 años, quien contaba con antecedentes de España e Inglaterra en las últimas dos semanas. A partir de entonces la situación para San Luis Potosí cambió.
Los eventos y todo tipo de actividad relacionada con aglomeraciones y contacto social comenzaron a cancelarse: la Procesión del Silencio, el cierre de atractivos turísticos en la Huasteca Potosina, las clases presenciales en todos los niveles.
Debido al esparcimiento de la enfermedad, a partir del 30 de marzo todas las entidades del país, incluido San Luis Potosí, entraron en emergencia sanitaria hasta el 30 de abril. Todas las actividades no esenciales fueron suspendidas y se exhortó a la población a resguardarse en sus casas para evitar un incremento desmedido de contagios.
En el Estado se estableció en un inicio al Hospital General de Soledad de Graciano Sánchez, como Hospital Covid para recibir y atender los casos, pero con el paso de las semanas varios nosocomios comenzaron con la reconvención para atender a más pacientes.
La Jornada de Sana Distancia continuó hasta el 1 de junio cuando comenzó la Nueva Normalidad con la implementación del semáforo epidemiológico, con todas las entidades en color rojo, con el objetivo de reabrir de forma escalonada las actividades económicas, sociales y educativas.
Para el 17 de julio, el Hospital Central Ignacio Morones Prieto fue activado como Hospital Covid, para despresurizar al resto de los sanatorios del estado que ya se veían rebasados.
Cerca de un mes después, el 3 de agosto, las autoridades sanitarias reportaban que San Luis Potosí ya superaba los 10 mil casos, al registrar 388 casos positivos en 24 horas.
La entidad logró llegar a color amarillo el 12 de octubre, debido a la reducción de los contagios y el final de la primera ola, pero esto dolo duró dos semanas, pues para el 23 de octubre el gobernador Juan Manuel Carrera López declara que se volverá a semáforo rojo a partir del 26 del mismo mes, debido al alto riesgo de contagio.
El 12 de diciembre, San Luis Potosí llegó a rebasar las 3 mil muertes a causa de la enfermedad desde el inicio de la pandemia. Después de registrar la muerte de 17 personas en las últimas 24 horas, el estado registró 3 mil 016 muertes.
Sin embargo, con la llegada de las festividades decembrinas, los contagios, los fallecimientos y las hospitalizaciones se fueron al alza llevando casi a la saturación del sistema de salud.
El 19 de enero del presente año, la Secretaría reportaba un nuevo máximo de contagios al reportar 406 nuevos casos, con lo que se llegó a un acumulado de 43 mil 969 positivos. En ese momento, el responsable de los Servicios de Salud, Miguel Ángel Lutzow Steiner declaró: “hay una gran presión en nuestro personal médico que estamos olvidando: están cansados, exhaustos, y debo decirlo: tienen un límite de capacidad humana. Lo que hagamos hoy permitirá romper la cadena de transmisión y ver mejoría en tres semanas».
Seis días después, el 25 de enero, se registraba una nueva cifra récord, pero en esta ocasión se trataba de personas fallecidas. En 24 horas, 31 personas residentes en el estado habían perdido la vida a causa de la enfermedad, por lo que se llegaba a las 3 mil 859 defunciones.
Ese mismo día el estado volvía al semáforo rojo debido a la alta incidencia de contagios, por lo que además del confinamiento se anunció el incremento de la capacidad médica y sanitaria en el territorio; la instalación de filtros de información y detección de casos, y nuevas medidas restrictivas para reducir la movilidad.
Para el 26 de enero el estado llegaba a una cifra récord de personas intubadas, con 117 pacientes conectados a un ventilador, así como un máximo de hospitalización de 746 personas. Por primera vez el estado había presentado una hospitalización superior al 50 por ciento.
Un mes después de estar confinamiento y máximas medidas de seguridad sanitaria, Lutzow Steiner anunciaba que la entidad regresaría al color naranja a partir del 15 de febrero debido a que los indicadores del semáforo epidemiológico, sobre todo de hospitalización, se habían reducido.
En esa fecha se reportaban un total de 51 mil 913 personas contagiadas desde el inicio de la epidemia, así como 4 mil 389 muertes.
Ahora, un año después del primer contagio en el estado, se cambiará a color amarillo con nuevas medidas y protocolos de seguridad. Hasta el 12 de marzo, San Luis Potosí registra un total de 58 mil 456 casos positivos a Covid 19, así como 4 mil 935 muertes debido a la enfermedad.