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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 6 de marzo de 2019.- Este martes se llevó a cabo el “Foro, revisión y análisis a propuesta de reforma en materia de prevención de violencia obstétrica y protección de la partería tradicional indígena” en el que varios actores del sector salud realizaron sus observaciones respecto al tema, antes de que esta propuesta sea aprobada por el Congreso del Estado.
En el auditorio Manuel Gómez Morín en Congreso del Estado, la diputada Rosa Zúñiga Luna, presidenta de la comisión de Asuntos Indígenas explicó que el foro se realizó con el propósito de exponer observaciones y comentarios para la iniciativa presentada a la legislatura para reformar la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como al Artículo 9° de la Constitución Política del Estado que refiere a los Derechos Indígenas, para la protección de la partería tradicional.
La licenciada Celia Pesina, responsable del Área de Vinculación y Planeación del Instituto de las Mujeres del Estado (IMES), presentó el estudio “La Situación Actual de las Mujeres en el Embarazo, Parto y Puerperio en la Microrregión Huasteca Centro de San Luis Potosí” en el que se señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ubicó a México en el 2013 como el país con el mayor número de cesáreas realizadas en el mundo con 46.3% de los partos atendidos, cuando lo recomendable es del 10 al 15%.
La licenciada Pesina expuso que en la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se define el concepto de violencia obstétrica como “todo abuso, conducta, acción y omisión intencional, negligente y dolosa que lleve a cabo el personal de salud, de manera directa o indirecta, que dañen, denigren, discriminen y den un trato deshumanizado a las mujeres durante el embarazo, parto o puerperio; que tenga como consecuencia la pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre su cuerpo y sexualidad”.
Con esta investigación se planteó identificar las caracterizas sociales, demográficas, económicas y de salud de mujeres de 15 a 49, embarazadas durante el año pasado, además de identificar diferentes tipos de expresiones de violencia obstétrica de las cuales fueron víctimas de parte del personal de salud.
Por su parte, Carmen Echeverría Cabrera, de Derechos y Acciones Afirmativas para la Equidad (DERAFE A.C.), expuso los antecedentes del proyecto ejecutado durante varios años por la asociación en la región huasteca, en el que señaló que la mortalidad materna continúa siendo un punto de preocupación el estado mexicano, mientras que la pérdida de la práctica de la atención de parteras tradicionales indígenas, significa la desaparición de conocimientos culturales, saberes y experiencias en la forma de defender y cuidar, la salud y la vida.
Echeverría Cabrera comentó que es preocupante que las políticas públicas no han recurrido a la defensa de la partería, además de que es preocupante su omisión. Por lo que el foro sirve para dar inicio a la discusión de reflexiones en aspectos subjetivos los que debe ser el embarazo, el parto y el puerperio, “son aspectos que atañen a la población, a pueblos y comunidades indígenas que forman parte de la sociedad”.
La asociación realizó un diagnostico que dio como resultado la sistematización de las prácticas tradicionales de las parteras indígenas en relación con el parto organizado. También expusieron un video en el que parteras de la región huasteca dieron su testimonio, en el que señalaron que han dejado de atender a mujeres embarazadas debido a que las instituciones de salud les indican a las pacientes que al momento del parto tienen que ir a los hospitales, además de que condicionan su alumbramiento con otorgarles el apoyo del programa Prospera.
Al momento de presentar sus observaciones, el doctor Marco Antonio Vázquez Rosales, presidente del Colegio de la Profesión Médica del Estado de San Luis Potosí, quien indicó que al presentar una investigación cualitativa “choca con los números”, mientras que a su parecer es el estado mexicano quien violenta la cultura de los pueblos, en lugar de una violencia obstétrica por parte del equipo de salud, quienes también están condicionados a un pago.
Agregó que desde el punto de vista de acción médica, las “parteras empíricas” no tiene otro posible más la tradición, por lo que es más conveniente acercarlas a capacitaciones que les ayuden a detectar los problemas de mujeres embarazadas y así apoyar a los médicos, “si se quiere respetar la situación de cultura, vamos reconociendo, pero también capacitando (…) se ha gastado mucho en recursos para progresar como para que tengamos que regresar al empirismo”.
De igual forma, el presidente del Colegio de Enfermería de San Luis Potosí, A. C., el licenciado en enfermería obstétrica, Ricardo Gámez Barbosa comentó que independientemente que se forme un espacio de protección a la intercultural, es posible que a la larga desaparecerá la partera tradicional debido a la decisión de las personas de no optar por este estilo de vida.
Ante lo anterior, la enfermera Maribel Cruz Ortiz y quien trabaja en comunidades rurales, comentó que los profesionales de la salud han actuado de manera “soberbia”, pues se les ha solicitado a alumnos de enfermería que no cuentan con experiencia, a que les enseñen a parteras a atender un parto, “cómo podemos poner en la manos de nuestros pasantes de enfermería y medicina, y confiar más en ellos que en una partera. No han atendido un solo parto en su vida y están al frente como directores, del servicio de salud”.
También señaló que se les ha enseñado a las parteras a estar calladas, a actuar con sumisión y pedir permiso a los pasantes de medicina y enfermería. Añadió que el que este oficio este en peligro de extinción se debe a que las instituciones de salud se han encargado de terminar con ellas con sus actos y no con sustentos científicos, “no es cuestión de respeto ni de cultura, es una cuestión de no dejar perder algo que es fundamental y no verlo con esta resignación de que se irá a perder”
Alma Cervantes González, asesora de la dirección general del Instituto De Desarrollo Humano Y Social De Los Pueblos Y Comunidades Indígenas (INDEPI), comentó que es importante dar enfoques cruzados y ver esta propuesta desde todos los ámbitos, es decir tomar en cuenta la salud, a las mujeres y a la comunidad indígena.
Agregó que, a pesar de que la Ley de Salud en estado es de las pocas legislaciones con un enfoque intercultural, no existe algún efecto plausible, lo mismo sucede en la cuestión indígena, por lo que representa un reto el trabajar y perfeccionar la legislación. Por lo que los problemas no deben verse fraccionado, sino ver la salud en un ámbito general, en el que se tendría que trabajar con la Secretaría de Salud en un protocolo de actuación en el que todos los involucrados del sector participen en las comunidades indígenas.
Además de establecer un sistema comunitario de salud, donde los médicos tradicionales y todo el personal sean los ejes que lo regulen, que la misma comunidad decida y que no estén sujetos a la discriminación, coerción e intimidación.
Durante su intervención, el diputado Martín Juárez Córdova, señaló que no se debe perder el enfoque intercultural y que se debe revisar esta reforma de manera horizontal en el que nadie sea superior a otra persona. Y, en caso de que desaparezcan las partería, es porque no se ha visualizado ni respetado, se le ha violentado y atropellado.