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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 9 de junio de 2019.- La Plaza Milenio forma parte del llamado Corredor Reforma, que comprende desde la calle Madero hasta Julián de los Reyes, en la capital potosina.
Lleva este nombre porque fue edificada en el año 2000 y justo ahí, se delimita la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), paso obligado de miles de potosinos -y visitantes- que en la cotidianeidad han plasmado su andar durante 19 años.
Junto con las plazas Ciudades Hermanas, Arboladas y Democracia, la plaza Milenio, es un lugar que los potosinos y turistas adoptaron como paso obligado entre las entrañas del Centro Histórico y una de las avenidas principales: Venustiano Carranza.
Pese a no tener una afluencia considerable de visitantes, es imposible no embelesarse con las formas caprichosas de sus esculturas y jardines, un punto en la jungla de concreto que sin duda encierra cultura, historia y tradición.
Plaza Milenio se compone de dos jardines; en el primero, hay una voluptuosa figura femenina, es una mujer sentada que guarda en su regazo una caja del tiempo con objetos del siglo pasado.
En el segundo jardín se levantan dos monumentos; el primero es la escultura El Tercer Milenio -del arquitecto y escultor Ricardo Motilla- inspirada en las Tres Gracias del artista florentino Gabrielli Donatello; el segundo y más representativo, es el reloj atómico.
El Corredor Reforma se asentó sobre fincas de particulares que se quedaron en el olvido y años después fueron expropiadas, hay indicios de que por ese lugar pasaba un aguaje, utilizado por los antepasados para proveerse del líquido.
Ubicada entre Reforma y Uresti, hoy la Plaza Milenio representa un sitio enigmático que guarda celosamente la historia y belleza del de por sí, misterioso Centro Histórico de San Luis Potosí.