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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de junio de 2019.- Fue en un acuerdo de cabildo, durante el trienio del expresidente capitalino, Jorge Lozano Armengol, en 2008, cuando se aprobó el proyecto El Realito para comercializar el agua a procesos industriales y preparar el terreno para abastecer el Gran Peñón.
Carlos Covarrubias Rendón, ex regidor del ayuntamiento de San Luis Potosí y activista defensor del territorio, recordó que El Realito fue instalado a pesar de que eso significara endeudarse por más de veinte años.
“Los panistas lo impusieron en acuerdo de cabildo en noviembre del 2008 y su objetivo era vender y comercializar a procesos industriales y preparar el terreno para abastecer al Gran Peñón y desde luego impulsar la distribución del proyecto inmobiliario Reserva en San Juan de Guadalupe”, acusó.
El manifiesto de Impacto Ambiental señalaba como beneficiarios a los municipios de Villa de Reyes, Tierra Nueva y Santa María del Río, pero al final éstos fueron marginados. Y además el líquido llegaría a las colonias, para justificar socialmente el proyecto, aunque hoy viven el desabasto.
“Además, la operación de El Realito cuesta millones, hay un colapso total en el proceso de manejo de la disposición de aguas residuales; será reservado para quienes lo puedan pagar, es decir industrias y procesos inmobiliarios”, insistió.