
Aumentan parejas interculturales por redes sociales y migración en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 13 de abril de 2019.- Edgardo Robledo Ruiz, consultor, conferencista, escritor y formador externo, lanzó al mercado su nuevo libro Coachbook y el síndrome de la casa del sol naciente.
En entrevista, indicó que la palabra Coachbook no existe, es un neologismo compuesto por las palabras coaching y Facebook para hacer una crítica, una reflexión, respecto al uso inadecuado del entrenamiento ejecutivo en las redes sociales.
Aunque se declara a favor de la tecnología, señaló lo alarmante de la manipulación conductual en las redes sociales, donde está comprobado que si un usuario recibe un “like”, libera oxitocina, serotonina, dopamina y endorfina, es decir el cuarteto de la felicidad.
“Parecería que hemos regresado a la caverna de Platón, esta alegoría en la que el ser humano percibe una realidad distinta, porque a pesar de estar más conectado, se aísla más. Esta tecnología, en su uso desmedido, propicia que el ser humano se adentre más las redes sociales y el internet”, consideró.
Edgardo Robledo descubrió que en México, las personas gastan más de ocho horas al día en internet, a lo que hay que sumar factores como el sueño, “pareciera una gran asimetría entre la influencia y la bondad que pueden tener las tecnologías, y nuestra creciente incapacidad para relacionarnos emocionalmente”.
Y es que inclusive se ha reconocido como una enfermedad mental estar expuesto a todos estos contenidos.
Señaló que, aunque los hombres y mujeres se enfrentan a un problema de formación de la identidad cuando se encuentran en su etapa de juventud, con las redes sociales ésta se ve manipulada, “nos oferta toda una serie de producciones a nuestras dolencias (…) y qué mejor manera de subsidiar mi baja estima si lo hago a través del reconocimiento que no encuentro cara a cara, o sea en la red”.
En cuanto al otro título del libro –“el síndrome de la casa del sol naciente”- está basado en la letra de la canción House of the rising sun de The Animals, inspirada en un prostíbulo del siglo XIX en Nueva Orleans, donde una persona describe que en el lugar no existía el sol, o una prisión donde la única forma de salir era muerto.
Para Robledo Ruiz, la letra de la canción es muy simbólica, pues evoca a la juventud incomprendida al ser del género rock, mientras que la letra la asocia con el placer, la fórmula de la felicidad y la claudicación a la vida, es decir el prostíbulo y la prisión, “cada vez más se queda en su nueva caverna de Platón digital, donde su incomunicación es con el mundo externo y su comunicación digital está todo el tiempo”.