Estudiante mata a su novia durante una clase en Bolivia
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de agosto de 2020.- Melbourne es la capital y mayor urbe de Victoria, un estado ubicado al sureste de la lejana Australia; fue la capital de ese país en la distante Oceanía entre 1901 y 1927, y escogida desde 2011 como la mejor ciudad del mundo para habitar, por sus altos niveles de calidad de vida y bajos niveles de pobreza, además de seleccionada como favorita en lugares para conocer por los turistas.
DE VALLES A MELBOURNE
Tal vez por eso Martha se siente como en casa, después de nacer en Ciudad Valles hace 49 años, y de radicar en Estados Unidos y en la capital de México; quizá por lo mismo asegura que –10 años después de su llegada- se quedará para siempre en esa nación, geográficamente tres veces más grande que la nuestra, pero con una baja densidad de población que la convierte en un territorio enorme donde la mayor parte es desierto.
Su éxito laboral en una empresa mundial de agroquímicos le dio una estabilidad económica que se fortaleció con la emocional, cuando conoció al amor en la tierra de los canguros y los koalas, y entonces decidió quedarse a vivir en “la mejor ciudad del mundo”, aunque no descarta regresar a la -otra- “mejor ciudad del mundo” (Valles) para venir a festejar acá su medio centenar de vida “siempre y cuando el tiempo y el Covid 19 lo permitan”.
DESTACADA Y BECADA ESTUDIANTE
Martha Elena Martínez González nació el 13 de febrero de 1971; el gusto por el estudio empezó a notarse desde su infancia y adolescencia, cursando la primaria en el Instituto Motolinía, y la secundaria en la Técnica 16 (Secretariado Generación 83-86), donde solía encabezar los primeros lugares de aprovechamiento y formar parte de la escolta en calidad de abanderada.
Regresó al Motolinía para tomar la preparatoria, y su buen aprovechamiento escolar le permitió una beca para recibirse de contadora en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). En la capital de Nuevo León incursionó en el mundo de los números, los balances y las finanzas, dentro de Gamesa Monterrey, pero le llegó la oportunidad de una nueva beca.
A LOS ESTADOS UNIDOS
Así llegó a Estados Unidos, a la Florida Internacional University, donde además de estudiar, se dedicaba a contestar teléfonos para cumplir con su compromiso de becaria. Entre esos ratos libres que le quedaban encontró una oferta laboral para mexicanos en el extranjero que quisieran regresar a nuestro país.
“Hice mi currículum en un papel muy bonito y lo mandé por correo (tradicional) como a ochenta lugares”, cuenta.
Solo en tres le respondieron y uno de ellos le solicitó una entrevista personal “con todo y viáticos pagados”. De esta forma retornó a su patria, y de 1994 a 2010 fue parte en The Dow Chemical Company, donde le tocaba relacionarse con personas ligadas a gobiernos de Sudamérica, Centroamérica, el Caribe y México. “Era una compañía global de químicos muy importante que reportaba 65 billones de dólares anuales de ingresos de venta”, detalla.
SOÑABA CON RADICAR FUERA
Pero pese a su crecimiento profesional, Martha Elena aún tenía un sueño personal por cumplir: “Siempre quise vivir en el extranjero”. No quería regresar a Estados Unidos, y temía al frío de Canadá, así que pensó más en Europa; sin embargo en el año 2005 viajó a Australia en unas vacaciones, y conoció Sidney, pero le aconsejaron que Melbourne era una mejor opción.
Cinco años después, la situación se acomodó, ya había disfrutado de las oportunidades de la visa permanente para personas de experiencia profesional específica, en contabilidad, porque allá debido a que hay poca población (la gente vive más en las costas y hacia el sur, lo demás es desierto), la política migratoria es más abierta, incluso ya contaba con la residencia australiana, “aunque sí batallé un poco en establecerme laboralmente”.
Considera que valoran más la experiencia nacional (australiana) que la extranjera; “debí retroceder un poco en ese terreno pero no me fue tan mal y decidí quedarme. Fue difícil al principio porque no conocía a nadie aquí, solo a una amiga que emigró antes, pero poco a poco me fui acostumbrando, te sientes como en casa, por la multiculturalidad, se hablan hasta cinco idiomas diferentes, y en los restaurantes puedes comer de muchas comidas”.
El clima es (como en Ciudad Valles) elevado, en el verano llega hasta los cuarenta grados (así que no extraña mucho).
“Lo curioso es que en un par de horas puede cambiar la temperatura, subir o bajar, e incluso llover, de modo que siempre salgo con un paraguas en la mochila, o la ropa que llevas puesta te la vas quitando, como en capas, según el clima”, señala divertida.
Y SE QUEDÓ EN AUSTRALIA
“Trabajé primero en Heinz, luego en GWA (una compañía nacional) y ahora en Nufarm Limited; me siento afortunada, es una de las compañías agroquímicas más importantes del mundo. En el terreno personal hice enlaces, conocí personas, entrando a grupos, quería estar solo unos años y volver a México, pero conocí a mi novio, que es australiano, y dice que ya no me regrese, que ya vivo en la mejor ciudad del mundo”, recuerda.
“Extraño mis amigos y mi familia, porque comida encuentro de toda, vivo contenta, mi existencia personal es balanceada, hay muchas oportunidades para desarrollarte, y mi vida profesional es parte importante de mi identidad, así que no hay planes cercanos de mudarme a ningún otro lado, solo ir a festejar mi cumpleaños número cincuenta a Ciudad Valles, en 2021, eso si el tiempo y el Covid lo permiten”, dice entre risas.
VIVIENDO EN EL FUTURO
En una compañía global de agroquímicos, con presencia en Europa, Norteamérica, Asia y Australia, Martha Elena es responsable del proceso de suministro, trabajando con gente de todo el mundo; su jornada comienza a las seis de la mañana, y termina a las 10 de la noche, porque la diferencia de horarios con los países en los que tiene relación, la orilla a acoplarse a cada tiempo laboral según la nación.
Por eso debemos despedir la conversación, para empezar a prepararnos para el descanso del final del día, aquí son casi las once de la noche del martes, y allá la vallense se incorporará a sus labores vespertinas después de haber comido: En Australia están por dar las dos de la tarde del miércoles. “Sí, mis conocidos me dicen que vivo en el futuro”, ríe, y agradece la entrevista transoceánica.