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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 28 de noviembre de 2018.- Para la Federación de Mujeres Universitarias (FEMU) fue importante la movilización de colectivos feministas que el pasado domingo protestaron frente al edificio central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y calificaron de alarmante las reacciones de una parte de la sociedad potosina, al posicionarse de forma violenta en contra de las manifestantes.
Integrantes de la agrupación, quiénes pidieron el anonimato, consideraron que el edificio central es el espacio público que, desde una mirada sociológica, apropiado para mostrar ese tipo de manifestaciones, acerca de la impunidad de las denuncias acoso y hostigamiento sexual.
La movilización del pasado domingo, señalaron, es motivada por el descontento víctimas e indicó que si las autoridades universitarias las atendieran de manera debida “no habría la necesidad de manifestarse de esa forma”.
La consecuencia de las pintas en la fachada del edificio central es la visibilidad del acoso que existe en la institución, “bien o mal, la gente está hablando de que existe un problema de acoso y hostigamiento sexual dentro de la universidad”.
Una de las integrantes expuso que, así como las autoridades universitarias tomaron la determinación de lavar la pared pintada y “en menos de tres horas quedó como nueva”, esperan que asuman la misma actitud para resolver el problema de acoso. “Nos encantaría (…) que nos tuvieran resuelto que un acosador este fuere de la clase, fuera de la universidad”.
Respecto al comunicado de la UASLP, publicado este martes en un diario local, lo calificaron como “poco claro y certero”, pues no va al fondo del problema. Se reconoce que el desplegado se desprende a partir de las manifestaciones que se han presentado y aun así no se atreven a declarar que el problema “esta con las alumnas, que hay un asunto de hostigamiento y acoso sexual”.
Añaden que su postura es muy diplomática y “no sentimos que haya empatía y un verdadero compromiso de sentarse a platicar con las alumnas” para evaluar los mecanismos y protocolos existentes.
Por su parte la UASLP, convocó a las personas que hubiesen sido víctimas de esta práctica, a presentar su denuncia en todas las instancias internas como externas, para darle el trámite correspondiente.
Las integrantes del FEMU añadieron que la UASLP está obligada a garantizar los derechos humanos de toda la comunidad universitaria, además de prevenir, atender y garantizar los daños que les sean ocasionados, “si piensan que la tarea se cumple nada más teniendo un protocolo y una Defensoría, están muy cortos en su visión de garantizar los derechos humanos del estudiantado”.
En cuanto a la reunión llevada a cabo el 20 de noviembre pasado, que involucra a FEMU, al Consejo Técnico, la Comisión de Derechos Humanos y la Defensoría Universitaria, ya pasó una semana y aún no se establece una fecha para la firma de los acuerdos que tuvieron lugar, a pesar de la disposición del maestro Sánchez Lárraga.
Las alumnas no tienen confianza en las instancias internas, pues a pesar de retirar a los acosadores de los salones, dos semanas después están de regreso.
Además, las facultades no han cumplido su trabajo, pues al recibir una queja debe ser remitida a la Defensoría y muchas veces los casos no proceden “te acercas con el Secretario General, narras lo que pasó y él te dice: vamos a hablar con el maestro”, cuando debería de concretarse una cita con la instancia adecuada para atender el problema.