
Salud mental enfrenta desafíos globales: OMS y OPS urgen acciones
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de mayo de 2020.- Una de las profesiones más nobles y que más satisfacciones personales puede entregar es la enfermería, muchas mujeres que ejercen este trabajo a la par de ser madre vivirán un 12 de mayo diferente a como normalmente acostumbran.
Aunque muchas de ellas pasaban esta fecha trabajando, ahora con la contingencia sanitaria, tienen una responsabilidad que atienden como solo ellas saben hacerlo.
Tal es el caso de la jefa de piso en la Consulta Externa, de Especialidades y Medicina Preventiva en el Hospital de Cuauhtémoc del IMSS, María Guadalupe López López, quien con16 años de experiencia y una hija de cinco está al frente de la batalla contra el Covid 19, algo que por un lado la llena de orgullo pero por otro la invade de temor al no poder dejar a su hija en resguardo en otro lugar.
«Es complicado, uno como mamá siente temor de llevar el virus a casa, que nuestros familiares se enfermen. Esa es la preocupación máxima, al final lo que nos queda es cuidarnos nosotros como personal de salud para no llevar el virus a casa, todos los cuidados que han emitido las autoridades los hacemos para disminuir riesgos y también disminuir el temor de contagio.
«A todos nos gustaría estar con nuestros hijos y precisamente por ese temor que existe queremos que estén bien, eso no es posible y nuestra profesión nos demanda estar aquí, si no estamos no habrá nadie que les dé la debida atención a los pacientes, me gustaría esta con mi hija pero hay una responsabilidad que cumplir al ser enfermera”, señala.
Dice que su hija quiere que se quede, “al final ella también está guardada, yo le explico esta situación de coronavirus porque ella quisiera estar afuera, ir a la calle, ir a nadar y hacer muchas cosas que no son posibles por todo lo que está sucediendo, al final son niños y entienden lo que pasa, ella también quiere que este con ella y no sólo a ratos».
Pesada labor
El ser madre y enfermera ha sido una tarea pesada que María Guadalupe ha sacado adelante a lo largo de los cinco años que ha estado con su hija. Ha sabido adaptarse para cumplir con ambos roles de la mejor manera. «Se adapta uno, al principio cuando recién me convertí en madre fue una emoción muy grande, pero después complementarlo con el trabajo se me venían muchas dudas, ¿cómo le iba a hacer?, no me alcanzarían los tiempos, antes el tiempo era mío y yo decidía en que lo invertía, pero al nacer mi hija todo cambia, hay que levantarse más temprano, hay que llevarla con mis papás para que la cuiden, pasar por ella, todo se modifica pero no es algo que no se pueda hacer, te adaptas y se vuelve fácil ya una vez que te enrollas en esta vida de madre».
Por otro lado la satisfacción más grande que la jefa de enfermería en el Hospital Cuauhtémoc ha podido encontra es el que su hija la vea como un ejemplo a seguir y a través de sus ojos vea el orgullo que siente su pequeña al verla portar el uniforme, «ella quiere ser enfermera también, le gusta mucho saber que yo me dedico a cuidar gente, trata de imitarme, quiere traer cofia y toda la indumentaria, le gusta mucho mi profesión, se siente orgullosa».
Cambio para bien
Una cuestión que cambió su labor dentro del hospital fue precisamente el convertirse en madre ya que eso la volvió sensible al tratar con niños y puso a flor de piel su empatía al trabajar con ellos.
Por otro lado ahora que su paciente primordial la tiene en casa las enfermedades y su tratamiento los ve desde otra perspectiva que nunca espero y se dio el tiempo para relatar una de sus experiencias con su propia hija.
«Yo he trabajado en áreas de pediatría y se siente empatía con los niños y si hay una diferencia de cuando no eres madre a cuando lo eres, te vuelves más sensible. Cuando los vas a picar, piensas que le va a doler o que puede ser tu hijo, empatizas más cuando eres mamá, también cuando ellos enferman llega la angustia, crees que vas a poder manejarlo porque es tu profesión y como en el hospital yo sé lo que hago, ya estando con tu hijo te genera angustia, incluso cuando se cae, a pesar de que tienes esa formación y sabes lo que tienes que hacer si genera estrés de ver a mi hija que le duele».
Narro que una vez su hija se cayó de la cama y le dio todo el susto del mundo, “le llamé al pediatra y aunque tienes la formación me generó mucha angustia y lo que se debe de hacer es apoyarse de un especialista para que desde otro punto de vista te ayude en ese momento o en cualquier situación que haya, es muy agradable ver que un niño sale bien del hospital, en el caso de que esté hospitalizado es agradable ver que se van a casa con sus papás».
María Guadalupe López siendo uno de los tantos miembros del personal de salud que están atendiendo a los pacientes que desafortunadamente se contagiaron del virus que ha cobrado la vida de millones alrededor del mundo y que está dentro de la primera línea de batalla para poder salir de esta complicada situación.
Hizo un llamado directamente al corazón de la sociedad para que tome conciencia de su trabajo y eviten las agresiones tanto físicas como verbales en contra de médicos y enfermeras como se ha presentado en días anteriores.
Recordó que el principal objetivo de su profesión es el velar por la salud de las personas, lo último que desean es transmitir el virus tanto a sus familiares como a la población en general, éstas agresiones tristemente han provocado que el sentimiento de orgullo que tenían al portar su uniforme hoy se ha convertido en miedo.