Listo MC para iniciar proceso de renovación de dirigencias en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 6 de septiembre de 2018.- Desde hace una semana en la comunidad de Enrique Estrada en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí, impera un ambiente de preocupación por el clima de inseguridad.
El hartazgo social por constantes robos, asaltos y ahora rumores sobre el presunto robo de menores, provocó que los pobladores decidieran advertir a los malhechores que cualquier persona que comete un ilícito será ajusticiada.
Para ello colocaron lonas en sitios públicos, una en la plaza principal del lugar con el siguiente mensaje: «Advertencia: En esta comunidad se respeta a nuestros niños, jóvenes y mujeres. Si se sorprende a algún cabrón queriendo intentar dañar a nuestras familias, que se atenga a las consecuencias, porque haremos justicia por nuestra propia mano, ya que no contamos con el apoyo de las autoridades municipales. Comunidad de Enrique Estrada unida».
En otra se lee: «Comunicado. A toda persona que quiera atentar contra el bienestar de nuestros niños, será sometida y ajusticiada por la propia comunidad. Comunidad de Enrique Estrada unida».
Para el cuidado de su localidad, localizada a unos 20 kilómetros de la capital potosina, formaron grupos de hombres y mujeres que, desde la plaza principal, vigilan la actividad de gente extraña durante el día y la tarde.
Alrededor de las nueve de la noche la mayoría de los pobladores se encierra en sus domicilios.
Ante el rumor del intento de robo de niños, en la escuela primaria Graciano Sánchez, adoptaron medidas de prevención, entre ellas la entrega de los alumnos a sus familiares debidamente acreditados y la solicitud de vigilancia a la Dirección General de Seguridad Pública Municipal de Soledad.
Sin embargo, la Policía Municipal vigiló a la entrada y salida del plantel solo unos días, por lo que el director, Mario Agustín Tovar Enríquez, reiteró el llamado a las autoridades.
Habitantes del lugar comentan que si bien, tomar justicia por propia mano no es una solución ideal, es la única opción que dejan las autoridades por su ineficacia en materia de seguridad.
«Como dijeron los muchachos que formaron los grupos de vigilancia, hay que tomar cartas en el asunto por nosotros mismos; y pues yo que tengo hijos, ni modo de no apoyarlos”.
“Si están agarrándose a madrazos, lógico que también tengo que entrarle yo, porque el día que me toque a mí o a uno de mis hijos, que Dios no lo quiera, me gustaría que también hicieron lo mismo por mí», concluyó una vecina que prefirió guardar su anonimato.