Incrementa el cáncer de mama entre mujeres de menos de 40 años
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 3 de septiembre de 2019.- La dirección de Ecología Municipal en San Luis recibe hasta siete denuncias ciudadanas por exceso de sonido en establecimientos de comida, antros, bares, farmacias y salones de eventos, donde utilizan propaganda auditiva a volumen alto para publicitar sus negocios.
El titular de la dirección, Israel Esparza Rodríguez, explicó que los inspectores a su cargo además de atender estas quejas también realizan operativos de supervisión para que estos establecimientos operen conforme a la ley.
“Sobre todo ocurre con los antros del centro histórico, en menor medida salones de eventos -de una a dos por semana- estamos trabajando con la unidad del centro histórico que gestiona las visitas a este tipo de establecimientos y hay que aclarar que la facultad de poder requerir a un negocio es de la dirección de Ecología, así como la diligencia”, dijo.
Las quejas más recurrentes se registran por vecinos de Villa Antigua, aunque también por los antros que se ubican en las avenidas de Himalaya y Chapultepec; “estamos haciendo actuaciones muy puntuales en farmacias, agencias, plomerías y tiendas de conveniencia donde si sacan sus toldos y edecanes promoviendo sus productos y tienen su bocina; para empezar la bocina no debe de estar afuera, siempre debe estar al interior y no debe rebasar los 60 decibeles”, advirtió.
El director de ecología capitalino comentó que según la normativa un negocio que emplea en sonido como elemento de trabajo no debe rebasar determinado volumen, de entre 45 y 65 decibeles, lo que significa que si el ruido está dentro de un negocio afuera prácticamente no se debe escuchar.
Añadió que se realizan revisiones periódicas para hacer un estudio del sonido y verificar que estén dentro de lo establecido, además de que ya se está solicitando una certificación oficial. En la capital potosina operan 14 inspectores.
“Tenemos un sonómetro, mide los decibeles, lo que estamos estipulando es que los establecimientos como bares y antros cuenten con una certificación de un organismo que tenga esa facultad mediante un estudio de sonido o de sonometría en donde se certifique que se cumplen los límites y que sus instalaciones son adecuadas”, citó.
Finalmente, Israel Esparza dio a conocer que las multas para quienes infrinjan estas normativas se aplican con la intención de regular el ambiente y no sólo por recaudar recursos.
“La multa va desde 10 UMAS (Unidad de Medida y Actualización, $84.49) hasta 100 UMAS, para personas físicas, cuando son personas morales son de 40 hasta 100 UMAS”, finalizó.