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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 23 de marzo de 2019.- La ex integrante de la Comisión Estatal de Atención A Víctimas, Celia García Valdivieso, impartió en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la charla “Balance de los Derechos de las Mujeres: Retos y Esperanzas”, en el que habló sobre los tres tipos de derechos: a una vida libre de violencia; a la igualdad y a la no discriminación, y la participación pública y política.
Expuso a las y los asistentes que, en el estado de San Luis Potosí, estos tres derechos se les han negado a las mujeres desde la cultura, pues se puede observar en el acceso a servicios, ya que están siendo violentadas de manera continua en el espacio comunitario, “nos movemos con miedo, porque es peligroso para las mujeres estar en el espacio público”.
El porqué de esta violencia radica en que existe impunidad y no se sanciona a quienes violenta a las mujeres, por lo que de manera simbólica se manda un mensaje a los agresores en el que se les dice: “A las mujeres les puedes hacer cosas y no va a pasar nada”.
Señaló que lo más grave de esta situación es que el hogar también se ha vuelto un entorno de violencia, pues en lugar de que las mujeres se resguarden cuando llegan a sus casas, son maltratadas por la familia o la pareja, “parece que es riesgoso estar unida o casada porque esas son las mujeres que más violencia sufren”.
El que las mujeres no puedan acceder a una vida libre de violencia, además de la impunidad y la falta de justicia que se vive en el estado, esta permeado por la corrupción, la falta de habilidades institucionales, la discriminación y el desprecio a las mujeres.
La desigualdad a las mujeres no se da solo en el trato diferenciado, sino que se demuestra cuando se niegan derechos por el mero hecho de ser mujer. Como ejemplo citó el acceso a la justicia: “Difícilmente vamos a acceder a la justicia, a la reparación del daño porque nuestros procedimientos no terminan ahí; es tan difícil presentar una denuncia y llevarla hasta el final”.
En cuanto al derecho a la participación, expuso que la realidad se ha construido bajo una estructura patriarcal en el que los hombres son quienes establecen cómo funciona el mundo. Al ser construido por ellos, dejan de lado las necesidades específicas que tienen las mujeres.
“Mientras no participemos en la toma de decisiones en todos los niveles: empresariales, educativos, de gobierno; las instituciones y las acciones que se construyan no nos van a resolver nuestros problemas, porque se hacen desde una visión de alguien que no vive y no sabe lo que estamos viviendo”, añadió.
Planteó como retos: visibilizar la discriminación, la violencia y la negación de la participación política en el estado contra las mujeres; hacer que las autoridades actúen de acuerdo con sus facultades legales y jurídicas; así como la organización y la cohesión social.
“Necesitamos estar más organizadas y organizados para exigir, porque cuando hay mucha apatía las autoridades hacen lo que quieren; los derechos ya están, solamente falta que se hagan efectivos”.
Concluyó que ante la gravedad de la muerte de la joven Paola, se tiene que mover la consciencia de todas y todos. Mientras que la esperanza en los derechos de las mujeres, ya no se basa en las instituciones de gobierno debido a que han sido ineficaces, por lo que radicará en cada uno, desde donde viva, la construcción de relaciones más justas y equitativas.
“Conquistemos los derechos humanos, tenemos que politizarnos y replantearnos como estamos viviendo para poder acceder a los derechos, que no nos los van a dar, los tenemos que arrebatar y hacer que se hagan vigentes”, finalizó su charla.