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Mujer se accidentó en la 57 y pasó 4 días frente a restaurante de SLP
Continuando en el escenario de las Ferias en el Estado de San Luis Potosí. La última vez que visitamos la FENAPO, agosto del 2018, fue por invitación directa de Jay de la Cueva a mis hijos para disfrutar el maravilloso concierto de Moderatto. Así como yo, cientos de miles de ciudadanos potosinos año con año inundan las actuales redes sociales incitando a visitar las Ferias aledañas: Zacatecas, León, Querétaro, Morelia y Aguascalientes, por no tener una orgullosa feria nacional.
La perspectiva debe ser contraria, ¿cuándo veremos que ciudadanos de las ciudades colindantes promuevan visitar la Feria Nacional Potosina?. Hasta que se logre proyectar una fiesta nacional de calidad con una planeación y organización con expertos, y no sólo por un puñado de personajes que buscan abultar sus bolsillos y salir en la foto de las revistas sociales, donde les aplaudan su protagonismo social de aparentar ser grandes ciudadanos que ayudan al pueblo potosino.
Cuando me refiero al término “ayudar” cabe recordar aquellos tiempos donde los talentos potosinos -en especial los del género grupero- que quisieran aperturar los conciertos de grandes artistas en el Teatro del Pueblo, tenían que pagar una módica cantidad para poder pisar el magno escenario, más bien, era un moche; lo denuncié y se publicó en algunos medios, en ese entonces al frente de la Auditoría Superior del Estado (ASE) se encontraba como titular la actual diputada local del PRI, Betty Benavente, y ¿qué creen? no pasó nada.
La encargada de solicitar dichos apoyos y agendar a los artistas locales en la FENAPO era la señorita Yolanda Bear, es evidente para quién trabajaba en ese entonces, y de dichos apoyos económicos nunca se supo el destino. La historia se cuenta sola.
Los tiempos cambian, los personajes también, pero la dinámica de “negocios” se conserva, es decir: es la misma gata pero revolcada. Sería interesante que el patronato de la FENAPO (si llegase a efectuarse la edición 2020) hiciera gala de transparencia invitando a medios de comunicación, asociaciones civiles y expertos en el medio del espectáculo, a revisar la licitación de contratación de artistas y equipos de audio e iluminación.
Solicitar cotizaciones con los mismos amigos para generar un panorama de supuesta licitación, es la dinámica de todos los tiempos, los mismos personajes y la triangulación de facturas, si hacemos un comparativo con años anteriores resulta la misma receta con distinta fórmula; la revisión le corresponde a la ASE, pero nadie hace nada al respecto. Es un derecho de los talentos potosinos el poder participar en la selección de la posibilidad de pisar estos escenarios y recibir una pequeña remuneración, pero no es así, ya que la visión empresarial de los integrantes del patronato es no pagar “para que te des a conocer”, mientras ellos sí defienden sus sueldos y administran recursos públicos a su antojo.
Un músico hace muchos sacrificios para adquirir sus instrumentos, son años de práctica y muchísimo tiempo destinado a desarrollar sus habilidades, para engordar el caldo a eventos públicos donde no reciben absolutamente nada, pero a fin de cuentas existe una factura que ampara el pago por ese servicio. Hay una dinámica similar en la Secretaría de Cultura estatal, orquestada por Mireya Bernal al generar convocatoria de artistas locales al más puro estilo de Arturo Castillo cuando estaba en dicha dependencia, y todo al amparo del titular, Armando Herrera Silva-
Tenemos grandes empresarios con equipos de audio e iluminación que pueden satisfacer las necesidades de los grandes artistas, pero siempre es lo mismo por acuerdos de dedazo, valores entendidos y arreglos personales de todos los tiempos.
Existen muchos artistas a nivel mundial, pero la toma de decisiones es de un puñado de personas que buscan contratar lo que les atrae a ellos y su familia, demostrando su carente conocimiento de lo que acontece en los espectáculos internacionales, o ya de perdido lo nacional. La feria es para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, se debe equilibrar el elenco, y no solo alimentar a un proveedor con repertorio grupero de sus amigos para adquirir un porcentaje de dicha contratación.
Pero la corrupción y el abuso de poder es el alimento diario. Urge en San Luis Potosí, una legislación reglamentada, compartiré experiencias propias en otros Estados y en otros países, en nuestra tercera parte de la telenovela de corrupción artística en las Ferias Potosinas.