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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de junio de 2019.- Víctor Manuel Arriaga es originario de El Saucito y tiene un taller en el que elaboran lápidas de granito, conocimiento y técnica que aprendió de su abuelo don Perfecto Arriaga.
Su negocio se ubica en la prolongación Fray Diego de la Magdalena número 48, frente al panteón del lugar y se ha mantenido en la familia desde hace más de 50 años, luego que su abuelo- quien fue para él como un padre- comenzó a enseñarles el oficio para asegurar su futuro. Víctor Manuel inició en estas tareas hace 33 años, a la edad de siete.
Víctor es el menor de tres hermanos y con uno de ellos, decidieron preservar el negocio. Trabajaron juntos hasta terminar de pulir sus propios conocimientos y decidirse a abrir su propio negocio.
Su taller fue bautizado como Perfecto Bautista para honrar a su abuelo, «yo comencé haciendo trabajos pequeños como maceteros y figuras, a los 14 años aprendí a utilizar el pulidor, ya entre los 18 y 20 decidí separarme y comenzar por mi cuenta».
Víctor Manuel mostró al equipo de Quadratín San Luis Potosí el interior de su taller y cómo es el proceso para la elaboración de una lápida.
En un espacio de aproximadamente 12 metros cuadrados cabe lo indispensable para realizarlas, hay bultos de cemento blanco y gris, granito blanco y oscuro, además de trozos de mármol. En otro espacio están los moldes elaborados con lámina o fibra de vidrio y adentro las losas a las que faltan pequeños detalles.
“Utilizamos principalmente granito, cemento blanco y gris, varilla y en algunas pedacería de mármol; tanto el granito y el mármol son traídos del estado de Querétaro”, refirió.
Aunque los modelos parecen ser similares, ya en el camposanto son únicos, ya que los dolientes piden detalles especiales, además de los nombres y datos personales de la persona finada.
La lápida más simple se conoce como finalito, una plancha que como detalle contiene el libro donde se coloca una oración y el nombre del difunto, normalmente se elabora en una semana; aquellas con más detalles, tardan hasta un mes.
Una lápida de mediana dimensión está elaborada con más de diez piezas en total, una base de concreto, guarnición, cajón, bases laterales, respaldo, tapa y dos torres de descanso, también sus floreros, una imagen religiosa y libro, en total se invierten cerca de siete mil pesos y la vende en aproximadamente 15 mil pesos.
Actualmente la actividad económica de Víctor está en riesgo porque el panteón se encuentra lleno, antes vendía hasta cuatro lápidas por semana y ahora, dos al mes, “y los trabajitos de reparación que van saliendo en fechas especiales, como el Día del Padre o de la Madre o los Días de Muertos”.
Esto lo ha obligado a ofrecer su servicio en municipios de la entidad, mencionó que elaboró las lápidas de personajes políticos, como de un expresidente municipal de Ciudad del Maíz.
También ha ofrecido sus trabajos en ciudades como Saltillo, Monterrey y Querétaro; al momento no existe en San Luis Potosí una exposición de lápidas de granito, señala que serían una oportunidad perfecta para ofrecer su producto y no descartó poder organizarla.