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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 8 de enero de 2024.- La educación, entendida de manera única por cada actor del proceso, se convierte en un tejido complejo donde cada perspectiva aporta a la formación de las generaciones futuras. La Dra. Elvira Zorrero Lara, académica de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), destaca la importancia de la empatía como elemento esencial para enriquecer las propuestas académicas y fomentar el desarrollo integral de los estudiantes.
Diversidad de perspectivas en el proceso educativo: roles y visiones entrelazadas
La Dra. Zorrero Lara resalta la variedad de percepciones que rodean la educación, desde los padres que la ven como la formación académica de sus hijos hasta los empresarios que la consideran la base de la futura fuerza laboral. Cada actor, desde los docentes hasta la comunidad, desempeña un rol crucial, evolucionando con la etapa de desarrollo de los alumnos.
Cambio de roles a lo largo del desarrollo académico
La académica subraya cómo los roles cambian con la edad de los alumnos, esperando que exista una relación inversa entre la participación de los padres y el nivel educativo, fomentando la independencia y madurez a medida que los alumnos crecen.
Diferencias a nivel internacional y local
Zorrero Lara destaca las distintas concepciones sobre la educación a nivel global, desde países donde la educación es tema de preocupación nacional hasta comunidades donde la sociedad adapta rutinas para apoyar a los jóvenes en períodos de exámenes. En algunos lugares, padres y abuelos enfocan esfuerzos en el aprendizaje de las nuevas generaciones, buscando cursos y áreas de desarrollo.
Empatía como herramienta transformadora
La Dra. Zorrero Lara enfatiza la imposibilidad de encontrar una receta única para la preparación académica, pero destaca la empatía como clave para enriquecer propuestas académicas y ofrecer asignaturas que impulsen el desarrollo de los estudiantes. Propone una actitud empática que permita detectar carencias, estar agradecidos por las ventajas, y usarlas para el bien de la sociedad. La empatía, según la académica, es esencial para aplicar estrategias didácticas que florezcan a cada alumno y reconozcan las diferentes circunstancias que viven.
En resumen, la empatía se erige como la fuerza motriz que nos permite identificar la necesidad de trabajar de la mano como sociedad para avanzar y salir adelante en el complejo entramado de la educación.