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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 22 de diciembre de 2018.- La extrema pobreza que padecen los indígenas los ha llevado a disminuir su dieta alimenticia y aunque no son despreciables las tortillas a mano y chile de molcajete, no dejan de ser alimentos que aportan un bajo índice de vitaminas y calorías, y en ocasiones tienden a rebajar la masa de maíz con Maseca, para hacer rendir las tortillas que comen.
Domingo Rodríguez Martell, exalcalde de Tanlajás, refirió que la alimentación de los indígenas en un alto grado de marginación y pobreza, por lo general, comen tortillas de maíz puro, hechas a mano cuando hay suficiente nixtamal, que es de donde sale la masa, de lo contrario, tienen que rebajarlo con Maseca para hacerla rendir.
Así, dijo, alimentan a toda su familia, en combinación con otros alimentos como chile y frijol, sembrados en sus propios huertos y con huevos de sus granjas. “Eso es lo que consumen cuando no tienen dinero para comprar productos de la canasta básica, porque no hay para más; el huevo lo obtienen de sus gallinas de patio”, añadió.
Agregó que muchas de estas familias solo se mantienen de su jornal que es de 100 pesos diarios y con ese mísero recurso tienen que subsistir.
Rodríguez Martell condenó que esta condición es utilizada por los políticos, quienes condicionan los apoyos principalmente en temporadas electorales y por esa razón los pobladores prefieren las despensas en lugar de obras y acciones, debido a que no tienen que comer.