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AQUISMÓN, SLP., 10 de mayo de 2019.- Primero fue la cascada de Tamul y ahora, el paraje conocido como Tambaque en el pueblo mágico de Aquismón, también sufrió el flagelo del estiaje producto del cambio climático, pues de acuerdo a los lugareños como Alejandro Blanco Hernández, nunca antes se había secado tanto.
Internado en la Sierra Madre Oriental y en donde nace el Río Coy, tributario del Tampaón -que a su vez vierte sus aguas en el imponente Pánuco-, el paraje se ubica a solo unos kilómetros de la cabecera municipal de Aquismón y contrario a otros sitios turísticos, no tiene ningún costo para el visitante y se puede andar por agradables senderos llenos de vegetación propia de la huasteca, hasta donde el agua nace de una cueva al pie de un talud en donde el caño se cierra entre las profundidades de la sierra.
Ese majestuoso sitio, donde se formaban espejos de agua y hasta la fauna silvestre bajaba a abrevar, en donde brotaba el agua desde las profundidades de la roca, extasiada con tanta luz y tantos colores después de haber permanecido en la completa oscuridad, desapareció, quedó seco, dejando a su paso a familias sin el vital líquido, a prestadores de servicio sin trabajo y abriendo conciencias del daño que se está haciendo al medio ambiente.