
El sabor de Villa de Arriaga que conquista los paladares
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de agosto de 2025.- En la Feria Nacional Potosina (Fenapo), dentro del Pabellón Artesanal, resalta el rincón de la señora Leonarda Osorio, originaria del municipio de Alaquines, quien con paciencia y orgullo muestra las servilletas, blusas, manteles y tapetes que ella misma elabora, piezas que son mucho más que simples textiles: son parte de una tradición que ha sobrevivido gracias a las manos de mujeres como ella.
“Son servilletas de hilo, blusas y caminos de mesa; todo lo que se ve aquí lo elaboramos nosotros mismos. Así buscamos una mejor venta”, comenta mientras acomoda cuidadosamente sus creaciones.
Sus palabras reflejan no solo la dedicación, sino también el compromiso de mantener viva una práctica heredada de sus abuelos. Leonarda recuerda que desde pequeña estuvo rodeada de esta tradición.
“Esto viene de nuestros abuelos, quienes ya no viven, pero que nos dejaron la enseñanza. Yo ya perdí la cuenta de cuántos años llevo, pero fácilmente son más de cincuenta, quizás sesenta”, dice entre sonrisas, consciente de que cada puntada es también un puente con el pasado.
El trabajo artesanal, asegura, no es difícil si se hace con paciencia.
“El chiste es no perder el tiempo. En lugar de estar en otra cosa, aquí uno aprovecha en hacer servilletas, blusas o manteles. Una servilleta se puede terminar en un día completo, pero lo más complicado son las blusas o medias docenas, que llevan mucho más tiempo y detalle”.
En su mesa, los colores se entremezclan en figuras que remiten a la vida cotidiana de la región. Los precios, dice, son accesibles, pues entiende que sus piezas no son simples productos de consumo, sino recuerdos hechos a mano.
“Vendemos blusas, servilletas, caminos de mesa, manteles individuales y tapetes. Los costos son normales, no muy elevados; lo importante es que la artesanía se valore como lo que es, original”.
Para Leonarda, participar en la Feria Nacional Potosina no es nuevo; son años de presencia constante en la feria, que hoy la recibe con un público más numeroso y entusiasta.
“La artesanía no hay que olvidarla, hay que hacerla, porque es lo original. Antes ni compraban los hilos, de la misma hebra hacían el trabajo. Eso no se debe perder”, asegura con firmeza.
Leonarda Osorio no solo vende artesanías, vende fragmentos de historia familiar y comunitaria, bordados con hilos que han resistido el paso de los años, como testigos de que la tradición puede seguir viva mientras existan manos dispuestas a crear.
Reproducción autorizada citando la fuente: Quadratín SLP
Síguenos en: Facebook | WhatsApp | X | Instagram | YouTube