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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de diciembre 2020.- Frida Nájera Morales es una joven potosina que trabaja en Lyon, Francia, bajo un innovador esquema llamado au pair en Europa y que consiste en asistir a niños a cambio de hospedaje, alimentación, gastos de teléfono y vehículo, ya que reciben el mismo trato que los miembros de la familia.
Señala que se enteró de este programa a través de las redes sociales, por lo que aplicó para el puesto a través de una agencia colombiana y tuvo que aprender el idioma francés el cual estudió durante cinco meses en la Alianza Francesa de San Luis Potosí, pues es uno de los requisitos.
“Yo vine por acá por una agencia que se dedica ese tipo de programas, es una empresa colombiana que bajo su asesoría me permitió lograr la estancia, ellos hicieron el papeleo, me tramitaron, yo les pagué por ello”, dijo la joven.
Los requisitos para poder ser au pair, son tener entre 18 y 30 años de edad, ser soltera, sin hijos y conocer el idioma del país en donde se va a trabajar, y en donde se recibe alojamiento, comidas y lo que se denomina dinero de bolsillo; la joven potosina llegó a Biarritz, que una elegante ciudad junto al mar en la costa vasca del suroeste de Francia, un complejo turístico.
“Ellos tenían un restaurante y yo me encargaba de cuidar a los niños, vives prácticamente con ellos”, indicó Frida.
Luego de seis meses con esa familia la joven buscó otra opción -ya por su cuenta- y la encontró en Lyon, que es una ciudad ubicada en el sureste de Francia, en la confluencia de los ríos Ródano y Saona, en donde vive con un matrimonio, un francés y una rusa y se hace cargo de un niño de cinco años y un adolescente de 16.
“Contacté a una nueva familia acá en Lyon, ya tengo un año con esta familia, tomé cursos de francés en México antes de venir por cinco meses en la Alianza Francesa para tener un nivel básico porque la agencia te exige cierto conocimiento. Luego contacté a esta familia y me llamaron y me dijeron que estaban interesados en mi perfil”.
Frida tiene un año con esta familia y recién acaba de tramitar su permiso para otro año más, también perfeccionó su francés asistiendo a clases en esa ciudad y dice que su trabajo es tranquilo.
“Es una gran experiencia, es fácil porque vives con una familia y se manejan como si fueras un integrante más, como la hermana mayor, yo cuido un pequeño de cinco años y a veces me encargo de llevarlo a la escuela y a un adolescente de 16 años; depende mucho de la familia que te encuentres y la personalidad de cada quien, pero aquí me siento muy bien, me siento como en casa”, aseguró Frida.
También tiene un auto para su uso personal y el traslado de los niños, además le dan cierta cantidad de dinero.
“Ye ayuda porque no tienes gastos extras, ellos se ocupan de la gasolina, de pagar mi teléfono, lo que yo tengo que es para pagar mi escuela y los gastos personales”.
AMISTADES COSMOPOLITAS
Para la potosina es una experiencia magnífica pues se conocen personas de distintas nacionalidades y ya tiene amigos franceses, ingleses, rusos, colombianos, españoles, chinos y taiwaneses.