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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 4 de noviembre de 2020.- La Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (Ceeav) en San Luis Potosí, proporciona apoyo y seguimiento a 90 casos de niñas, niños y adolescentes, hijos de mujeres que fueron víctimas de feminicidio.
El titular de la Ceeav, Jorge Vega Arroyo señaló que permanecen en contacto con los familiares de esos menores, para verificar que se encuentren bien en todos los aspectos.
Del último caso registrado la tarde del pasado viernes 23 de octubre en la comunidad El Carrizal, en el municipio de Mexquitic; quedaron huérfanos cinco menores de edad, entre los 2 y 16 años.
La primera red familiar de apoyo es la mamá de la víctima, por lo que el primer paso es generarles certeza jurídica con la custodia provisional, así como también se les buscarán apoyos para esos niños que estudian.
“El mayor de esos niños tiene 16 años, unas niñas de 12, 11, 7 y el menor de 2 años de edad”.
Mencionó que después de que toma el caso Ceeav, enseguida se da vista a la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (PPNA), para que también colabore con el plan de protección de derechos.
El titular de Ceeav, destacó que el acompañamiento que también ofrecen es de terapias psicológicas, gastos funerarios, custodia provisional y desarrollo integral de los menores.
MADRES DE VÍCTIMAS Y ABOGADAS
Otra vertiente de esta situación es que madres de mujeres víctimas de feminicidio se han convertido en abogadas como parte de su búsqueda de justicia, pues han venido tejiendo redes en instancias fuera del estado a falta de respuestas institucionales, como es el caso de Esperanza Lucciotto, madre de Karla Pontigo.
De acuerdo con Sofía Córdoba Nava, coordinadora de la Instancia Municipal de la Mujer, la violencia feminicida es un problema donde las instituciones deben asumir la responsabilidad en el ámbito de su competencia.
Señaló que como institución aún falta mucho trabajo por hacer para erradicar la violencia feminicida, porque es uno de los problemas que dependen de prácticas culturales, de roles y estereotipos que se han venido heredando a través de los años.
Córdoba aclaró que como institución se tienen una serie de obligaciones, donde no solamente se trata de dar cumplimiento a lo que esté establecido, sino asumir la postura ética y necesaria ante el contexto social feminicida que se vive en SLP, donde este año ya se cometieron 28 crímenes de esa naturaleza.
Dijo que por ahora lo importante es contribuir a una narrativa social distinta, eso se hace acompañando a las familias, porque las historias de la violencia feminicida generalmente quedan resguardadas en el ámbito privado o íntimo, cuando se trata de un problema también público y con responsabilidades para quienes están al frente de las instituciones.